José María Odriozola, miembro del Consejo Directivo de la IAAF, considera que el maratón montado por Nike el sábado pasado en Monza, en el que el keniano
Eliud Kipchoge acreditó una marca no homologable de 2h00:25, fue "un invento para vender zapatillas, un brindis al sol". El expresidente de la
Federación Española no descarta sacar el tema a colación en la próxima reunión del Consejo Directivo. "Sí, porque al final nos acaba pillando el toro, como nos pasó con el tema de las piernas artificiales (del sudafricano Óscar Pistorius) y el de las zapatillas especiales".
"Una vez que se ha producido esto habrá que poner una norma que diga claramente lo que no se admite, no sea que alguien salga en el
Mundial de Londres con unas zapatillas especiales y pueda alegar que eso no estaba prohibido, como ocurrió en su día con la jabalina española", declaró
Odriozola a EFE. Con respecto a la marca de Kipchoge en Monza, recalca que "como es obvio, no puede ser reconocida como récord del mundo" y añadió que si el keniano "hubiera bajado de las dos horas hubiera sido un hito histórico, pero con todas las cautelas del mundo".
"Yo lo veo como una operación comercial de
Nike, que es la que ha pagado todo. Dicen que ha usado un calzado revolucionario que ahorra un 4 por ciento de energía, pero no explican cómo, no se sabe si las zapatillas son reglamentarias desde el punto de vista del grosor de las suelas, del tacón, etc", explicó. En cuanto a las condiciones de la carrera, apuntó: "Había un coche eléctrico delante, muy cerquita, que no contaminaba pero que le estuvo protegiendo del aire durante mucho tiempo. Esto no es ciclismo, pero eso ayuda, y luego rodeado de un montón de liebres, pero lo más importante, eran casi 18 vueltas a un circuito de 2,4 km casi totalmente plano, pero no sé como hicieron la medición".
"En las pistas creo que se mide a 25 centímetros del bordillo. Y aquí, si lo han medido pero el hombre va al límite del bordillo, en 18 vueltas vas ahorrando metros y no sé si alguien vigilaba por dónde iba pisando. Vas acortando y al final pueden ser bastantes metros los que te ahorras", observó.
Odriozola rinde, no obstante, tributo de admiración hacia Kipchoge. "Eso no quita para que sea un atleta impresionante, uno de los mejores de la historia y con capacidad para andar en esos tiempos o cercanos, porque tiene muy cerca el récord del mundo, pero allí en
Monza todo parecía un poco artificial. Como hay mucho dinero por batir marcas y bajar de determinados tiempos, nunca se sabe. El circuito puede estar homologado y luego no corres exactamente por donde debes correr".
"Es una operación para vender zapatillas. Sabían desde el principio que era un brindis al sol, porque la marca no iba a ser homologada. Un tiempo de 2h00:25 es la leche, pero esas pequeñas cosas pueden hacer que haya una variación de dos minutos. Y luego, dar vueltas como una peonza a un circuito, por muy homologado que esté, si no está muy bien medido, como puede ocurrir con los 50 km marcha, imagínate lo que se puede ir a veces cada vuelta".
La carrera, asegura Odriozola, no había sido objeto de debate en el seno de la
IAAF. "Ni en el Consejo ni en la reunión del
Comité de Competición que hemos tenido hace poco en Londres salió este tema, ni siquiera extraoficialmente. Se hablaba mucho del intento, pero desde el principio la IAAF dijo que no era una competición válida para un posible récord". "Luego es que salieron con nocturnidad, y al principio todos los gatos son pardos. Yo no quiero poner en duda que lo hayan intentado hacer de manera legal, oficial, con jueces, pero son muchas cositas que pueden influir", añadió.
"Todo parece un poco artificial, experimental, reiteró. "Queda como una cosa peculiar, anecdótica, demasiado rebuscado. No era una competición de verdad. Es como si se ponen a hacerlo en un tapiz rodante muy bien medido, no es real, está fuera del espíritu de la competición". Para el dirigente de la
IAAF "desde el punto de vista de los límites humanos, bajar de dos horas es interesante, pero nada más".
"No soy partidario de estos shows. Es como el récord de la hora del ciclismo en un velódromo, que depende de tantos factores, de la altitud, de bicicletas especiales. Aquí igual, el tema de las zapatillas que ahorran un porcentaje de energía. No sé si es verdad o no pero habría que decir que no es válido. Como cuando pusieron lo de las suelas para saltar altura".
A su juicio,
Kipchoge "está para batir el récord del mundo, pero no para bajar de las dos horas. Ahora puede recuperar y en otoño correr en Berlín o Rotterdam, que son maratones muy buenos para hacer marca, pero en competencia con otra gente y sometido, como todos, a las condiciones meteorológicas que haya en ese momento". "Los atletas de elite tiene en sus piernas solo unos pocos maratones al máximo nivel en toda su vida, a ese límite agonístico, pero me imagino que Nike le habrá compensado abundantemente", ironizó.