Rusia acusó hoy al canal de televisión británico
BBC de intentar desacreditar el
Mundial de 2018 al emitir un documental sobre los grupos de aficionados radicales rusos que protagonizaron violentos disturbios en la pasada
Eurocopa de Francia."Se trata de un trabajo propagandístico dirigido a desacreditar a
Rusia, el fútbol ruso y, en particular, la
Copa Mundial", dijo
Vladímir Markin, jefe del comité de
Seguridad de la Unión de Fútbol de Rusia (UFR).
Markin subrayó que el auténtico objetivo del documental "Hooligan Army" emitido el jueves por la BBC-2 es que "el mayor número de ingleses renuncien a viajar al Mundial".
"No hay otro objetivo. Cuando no hay pruebas, cualquier medio es bueno. Y aprovechan cualquier cosa.
BBC demostró una vez más su 'objetividad' al informar sobre Rusia", insistió.
Acusó a los autores de la cinta de manipular y sacar de contexto las declaraciones de unos "jóvenes idiotas", y de escenificar las peleas que presuntamente tuvieron lugar en la ciudad de Rostov.
En cualquier caso, se manifestó convencido de que estos documentales no impedirán que los aficionados de otros países viajen a Rusia y se relacionen con los seguidores de este país.
"La gran mayoría son gente simpática y buena. Y los 'hooligans' que quieren salir en pantalla (...) son incompatibles con el Campeonato del Mundo", subrayó.
Precisamente, Markin había informado la víspera de que el número de enfrentamientos masivos entre ultras se redujo el pasado año de 16 a sólo dos casos, mientras estimó en ocho los casos penales incoados contra hinchas violentos.
Por su parte, la Embajada recordó que la prensa inglesa hizo lo mismo antes de los
Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi celebrados en febrero de 2014.
"Elementos marginales con tendencia a la violencia los hay en cada sociedad. Aquí tampoco hay excepciones, como demuestra la experiencia en las ligas europeas. En Rusia el asunto de la seguridad es prioritario", señaló la legación diplomática en un comunicado.
El documental de la BBC incluye entrevistas con un grupo de hinchas radicales enmascarados de la localidad de Oriol que tomaron parte en la batalla campal contra los aficionados ingleses que tuvo lugar durante la pasada Eurocopa en Marsella.
Recientemente, Rusia remitió a la Duma una ley que endurecerá los castigos contra los aficionados violentos con vistas al Mundial, que incluye la deportación en el caso de los ultras extranjeros.
Los incidentes violentos protagonizados por los aficionados rusos estuvieron a punto de costarle a la selección rusa la expulsión del torneo celebrado en Francia, del que fue apeada en la primera fase tras empatar un partido y perder los dos restantes.
El presidente de la Unión de Fútbol de Rusia (UFR), Vitali Mutkó, se mostró entonces muy crítico con los aficionados rusos, cuya organización ordenó disolver.
Precisamente, el líder de la
Unión de Aficionados de Rusia,
Alexandr Shpriguin, fue detenido en septiembre en el hotel donde se celebraban las elecciones a la presidencia de la
UFR.
Tanto las autoridades políticas como deportivas rusas acusan al Reino Unido de no saber perder por dedicarse a criticar gratuitamente a Rusia, después de que éste país dejara en la cuneta a Inglaterra en la lucha por organizar el
Mundial en 2018.