El aceite de oliva español ha lanzado una campaña de promoción del producto en
China con actos publicitarios en los abiertos internacionales de tenis de
Pekín y
Shanghái, así como anuncios en los que participa el jugador
Rafael Nadal.
Durante toda esta semana, la organización
Aceites de Olivas de
España, que agrupa a productores y distribuidores, ha contado con un puesto promocional en el
Centro Nacional de
Tenis de Pekín donde cocineros chinos ofrecieron degustaciones de comida de su país cocinada con aceite de oliva español.
El objetivo es mostrar que la gastronomía oriental es compatible con este gran símbolo de la cultura mediterránea, señaló
Raquel Díaz Cepero, portavoz de la organización, en el acto institucional que coronó la campaña en Pekín.
"Se trata de evangelizar, eliminar mitos como que no se puede usar para freír, cuando es la grasa que soporta las temperaturas más altas en la cocina", subrayó a los periodistas.
La promoción del aceite de oliva español en los grandes campeonatos de tenis se inició a principios de este año, en el
Abierto de
Australia, y se ha repetido en torneos de
Brasil,
Estados Unidos (con anuncios en el
Times Square neoyorquino),
México,
Japón o
Rusia, antes de llegar a los de
Shanghái y
Pekín.
La elección de Nadal como "embajador" del producto, afirmó
Raquel Díaz, responde a que comparte con el aceite de oliva español muchos valores, "como el trabajo constante y las ganas de siempre superarse a sí mismo".
Díaz reconoció que sigue siendo complicado conquistar el paladar de los consumidores chinos, acostumbrado a aceites de semillas incoloros y sin sabor, aunque hay que seguir trabajando por hacerlo.
El aceite de oliva español, en todo caso, ha conseguido un relativo éxito en
China, ya que ocupa el 80 por ciento de la cuota de mercado de este producto, es habitual verlo en supermercados y tiendas de las grandes ciudades, y cada vez gusta a más personas en un país con un alto consumo de aceites de todo tipo.
"Se puede usar en muchos platos de la cocina china, el sabor es muy bueno y a mí me encanta", señaló el cocinero
Wang Yushou, quien hoy preparó con aceite de oliva español varios manjares para el público asistente.
Según
Sergio Pérez, consejero jefe del
Instituto de
Comercio Exterior (
ICEX) en
Pekín, el ascenso del aceite de oliva español en
China constituye una "historia de éxito" que puede servir de ejemplo a otros productos interesados en entrar en el país.
"A principios del siglo XXI se vendían aquí sólo 160 toneladas de aceite de oliva español, y en sólo 15 años la cifra se ha multiplicado por 150 hasta 25.000 toneladas en 2015", explicó
Pérez, quien añadió que el valor de estas exportaciones asciende a 122 millones de euros.