Las temperaturas más altas de lo normal se mantendrán al menos hasta la
Nochebuena y a partir de
Navidad comenzarán a experimentarse valores más propios del invierno, tres días después de que comience el 22 de diciembre.
Según el pronóstico de la
Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la semana del 21 al 27 de diciembre comenzará con una nueva estabilización del tiempo, tras las precipitaciones del noroeste peninsular el domingo 20.
En concreto, la portavoz de la
AEMET, Ana Casals, señala que el lunes y el martes se esperan cielos poco nubosos o con algún intervalo nuboso, pero prácticamente sin precipitaciones, y nieblas nuevamente en la meseta norte, y quizás en la cuenca del Ebro. Del mismo modo habrá intervalos de viento fuerte del suroeste en el litoral de Galicia y Levante fuerte en el Estrecho.
Además, Casals señala que el miércoles 23 y el día de Nochebuena podría aumentar la nubosidad y volver las lluvias de nuevo a Galicia, aunque sin descartar que se extiendan "algunas precipitaciones" a otras zonas del oeste peninsular y serán "más probables" a partir del día de Navidad y durante el fin de semana del 26 y 27 de diciembre, cuando podrían afectar también a otras áreas de la Península, pero que serán "poco probables" en el área mediterránea.
De hecho, subraya que las temperaturas se mantendrán "bastante suaves" y por encima de los valores normales para la época del año, aunque podrían descender a partir del miércoles 23.
En definitiva, añade que parece que entrará un nuevo frente en la madrugada del día de Navidad por Galicia que se podría extender "un poco" a otras zonas del oeste peninsular.
Será ya el sábado 26 de diciembre y el domingo 27 cuando descenderán las temperaturas por la llegada de otro frente y que seguirán siendo algo más altas de lo normal. "El sábado bajarán bastante y habrá nieve en las cumbres, aunque tampoco serán temperaturas muy bajas", comenta.
Finalmente, dijo que no se esperan heladas "prácticamente en ningún sitio" desde este viernes hasta el día de Navidad, cuando únicamente se producirán en zonas altas de Palencia, Burgos, y ya en la madrugada del sábado 26 las heladas se extenderán a la mayor parte de Castilla y León.