El campeón de Francia,
Arnaud Démare (Groupama), es el rey del sprint del
Giro y lo demostró dando la segunda lección a sus rivales como ganador de la sexta etapa, entre Castrovillari y Matera, de 188 kilómetros, en la que el portugués Joao
Almeida (Deceuninck Quick Step) retuvo la
maglia rosa.
Démare, de 29 años, aguantó junto a los
principales velocistas los rigores de las subidas urbanas de Matera y se impuso con autoridad, como una estrella fugaz, con un tiempo de 04h54:38, por delante del australiano Michael Matthews (Sunweb) y del italiano Fabio Felline (Astaná).
Doblete para el ciclista galo, su tercera victoria en el Giro, en el que ya ganó una etapa en
2019, y la duodécima en una temporada bastante fértil para el ciclista de
Beauvais, orgulloso de lucir el maillot tricolor y de ganarle además la partida a
Peter Sagan por la camiseta ciclamino por puntos.
En la
general no hubo alteraciones. Los
favoritos estuvieron atentos ante un final complicado y no se produjeron despistes de bulto. El portugués Joao Almeida vive la vida en rosa, seguido por el español
Pello Bilbao (Bahrain McLaren) a 43 segundos y por el holandés Wilko
Kelderman (Sunweb) a 48.
La etapa salió de
Castrovillari, la localidad más importante del
Parque Nacional de Pollino, con prisa para cuatro corredores que atacaron en el kilómetro cero. Nada más salir, dos cotas, en la primera ya habían abierto diferencia Whelan (EF Pro Cycling),
Frapporti (Vini Zabu), Bais (Androni) y Zana (Bardiani), con licencia del
pelotón para andar camino y soñar con imágenes de gloria. Mientras el cuarteto rodaba a placer, con ventajas que llegaron a ser de 10 minutos, el
Deceuninck asumió la responsabilidad de marcar el ritmo de persecución, dejando claro que la maglia rosa de Almeida no se regala.
EL BORA DE SAGAN ARRUINA LA FUGA
A los hombres del líder les tomaron el relevo los del
Bora, además en serio, agarrando el látigo para decidir el ritmo de persecución. La intención era clara, tratar de colocar a
Sagan en la quiniela por la victoria, si bien el final ondulado, en teoría no era el más adecuado para el eslovaco triple campeón mundial, quien fue octavo en meta. Dicha intervención tuvo efectos inmediatos. A 60 de meta el retraso del grupo principal era de apenas 3 minutos. El grupo del
Bora tuvo la culpa de que la avanzadilla se rindiera a 15 de
Matera.
Por el camino, Démare cosechó dos puntitos en el sprint intermedio de S
an Severino Lucano, acercándose a Sagan en la lucha por la maglia ciclamino por puntos. El aliciente puntuable del día era la
Galleria Millotta, un tercera de 4,7 kilómetros al 6,9 por ciento que no alteró el orden. Debilitó aún más la escapada, en la que el australiano
Whelan trató sin éxito una última rebelión.
GANNA TENSA, DÉMARE LA ESTRELLA DEL SPRINT
En la aproximación a
Matera los favoritos se colocaron delante ante un final que podía encerrar sorpresas, sobre todo un repecho de 750 metros al 10 por ciento a 2,5 de la última línea. Se llegaba a ciudad famosa por los Sassi, casas excavadas en la roca típicas de la región de la
Basilicata y
Apulia, una localidad muy cinematográfica donde se han rodado innumerables películas, sobre todo de temas bíblicos.
Los actores debían ser los
velocistas capaces de afrontar algunas cuestas, ante aquellos que debían aprovechar esas dificultades para largarse y evitar una 'volata' al uso. Con el líder
Almeida atento en cabeza se tensó el final con el Groupama de Démare afilando el grupo y
Filippo Ganna de locomotora, aunque esta vez el italiano pronto se desfondó.
El
repecho peligroso no eliminó a nadie, aunque algunos quedaron tocados. Arriba llegó un numeroso grupo con los candidatos previstos.
Nibali intentó el despegue a 800 metros, después trató de sorprender
Fuglsang, pero las cámaras no iban a ser para los favoritos.
La película se la montó Démare con un espectacular
sprint que no admitió discusión. Cuando arrancó se fue. Sin más. Fue el actor estelar en un lugar mágico, P
atrimonio de la Humanidad, donde las cámaras inmortalizaron el triunfo del campeón galo, que suma y sigue. Este viernes la séptima etapa llevará al pelotón desde Matera a
Brindisi a través de 143 kilómetros.