José Calderón deja el baloncesto "sin ningún enemigo" tras 20 años en que ha vivido "miles de experiencias alucinantes" en la NBA, la ACB y la Selección española, lo que le hace ser un "privilegiado" que ahora, además, rompe moldes al incorporarse a un nuevo cargo en el sindicato de jugadores de EE.UU.
En una entrevista con Efe en Nueva York, Calderón hace balance desde que a los 13 años lo fichó Alfredo Salazar para el Tau de Vitoria hasta ahora, que ha decidido asentarse en el Upper West Side de Manhattan para que sus tres hijos puedan arraigarse, centrarse en sus estudios e incluso poder viajar con más facilidad a España estas próximas Navidades: "Ahora les toca a ellos", apunta.
Calderón se acaba de convertir en el asesor especial de la directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Jugadores de Baloncesto (NBPA), Michele Roberts, un puesto de nueva creación con el que debe involucrarse en todas las decisiones de la entidad, ya sean operativas, legales, financieras o de la fundación, para que se tenga en cuenta el punto de vista del jugador.
"Lo que se pretende es que yo sea el primero de muchos en este cargo", apunta Calderón, que tras 14 años en la NBA deja otros récords en Estados Unidos, como el de mejor porcentaje de tiros libres (98,1 %), que registró en la temporada 2007-2008.
Según rememora tras 20 años de práctica deportiva, "tengo mil recuerdos, mi fichaje con 13 años, debut con 17 en la ACB, debut también en la NBA... pero realmente lo que me queda es que gracias al baloncesto he hecho miles de amigos, me he cruzado con muchísima gente impensable, todas esas experiencias... he hecho lo que me gustaba, que es jugar al baloncesto, y ahora soy súperfeliz".
"Ha sido increíble: lo dejo sin ningún enemigo, al revés, he vivido unas experiencias alucinantes, con la Selección, con todos los equipos", apunta.
Cuesta mucho que Calderón destaque algo de su trayectoria, pero al final desliza que sus ocho años en Toronto (Raptors) le permitieron dejar "muchísimos amigos allí", también las finales con los Cavaliers y "cada momento de la Selección, ganando y perdiendo, porque hemos creado una familia y se queda allí un programa que va a estar mucho tiempo y ser parte de eso es muy, muy bonito".
Preguntado sobre lo difícil que resulta que jugadores veteranos de la NBA como él o Pau Gasol -aún en activo- acaben su carrera deportiva en España, Calderón esgrime que "nos olvidamos que tenemos familia y que no siempre es el tema deportivo".
"Al final buscas lo mejor para ti y tu familia y ahora toca pensar en el futuro de mis hijos y creo que por un tema de residencia, de nacionalidad, de lo que están estudiando, del inglés, de que tengan el máximo de opciones en el futuro... les tocaba a ellos y me tenía que quedar aquí", reflexiona el extremeño.
Admite que también hay que tener en cuenta "temas físicos" y que "no es fácil que si llevas 20 años, porque yo tengo 38 años y Pau Gasol va para 40, realmente qué espera la gente de allí cuando llegues, cómo estás físicamente, no es lo mismo que volver con 25 años".
Calderón se va a centrar ahora en su nuevo trabajo y en su familia. Su nuevo puesto le va a permitir aprender muchas cuestiones nuevas vinculadas al deporte que le ayudarán a orientar su futuro profesional y, por ese motivo, apunta, prefirió descartar ofertas de equipos de la NBA que lo querían como ayudante del "general manager" o de tercer base.
"Yo soy una persona que cuando me meto en algo me meto de verdad", subraya desde su oficina en la Sexta Avenida de Nueva York el que ha sido uno de los mejores baloncestistas de la historia del deporte español.
Carles Escolà