"Entre equipos que juegan la euroliga y los que no lo hacen hay una brecha grande. Mantener la tensión y jugar constantemente favorece que mantengas la energía y hace apenas 48 horas que jugaron contra el
CSKA. Es distinto a preparar un partido durante toda una semana.
Valencia, con un nivel físico claramente superior, tiene otro ritmo, otra chispa, y probablemente empiece a pagar el desgaste a largo plazo", advertía
Curro Segura, técnico del
Real Betis, tras caer de forma clara (95-72), pese al buen partido bético, en La Fonteta.
El equipo levantino había caído el viernes ante el CSKA, pero lejos de pagar el esfuerzo, demostró estar más preparado a estas alturas de temporada para estos duelos que un
Betis que sólo había disputado dos partidos oficiales, que no tiene duelos de la intensidad que requiere la
Euroliga y que, con las fuerzas aún intactas, les permite a los valencianos sacar ventaja física de inicio. Y afrontar situaciones en defensa y ataque para las que están más rodados. Su amplia rotación hace el resto a lo largo de los cuarenta minutos.
"La forma de comenzar el partido del rival, con mucha intensidad y agresividad en defensa, propició que gozasen pronto de buenas ventajas (el primer cuarto acabó 26-12). A partir de ahí estuvieron muy cómodos y castigaron nuestros errores. De manera intermitente conseguimos que no se rompiese el partido", admitía
Segura, a quien le quedó la "sensación" de que su equipo lucho y mereció "mucho más de lo que demuestra el marcador". "Pero está claro que ellos tuvieron más acierto y fueron los justos vencedores", destacó.
Un nivel del rival que también admite
Obi, quien con su tiro exterior fue de los que mantuvo al Betis en el partido durante muchos minutos. "El
Valencia es un equipo que juega muy duro, tiene mucha calidad, defendió mejor y no permitió que nos lleváramos la victoria", aceptaba.
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