Houston (EE.UU.), 28 nov (EFE).- La gran labor en la dirección del ataque del base puertorriqueño José Juan Barea unida a la inspiración encestadora del alero novato esloveno Luka Doncic junto al escolta Devin Harris fue la clave que permitió a los Mavericks de Dallas vencer por 108-128 a los Rockets de Houston y lograr su segundo triunfo como visitantes en lo que va de temporada.
Barea surgió como el líder indiscutible y el factor ganador de los Mavericks al salir del banquillo y aportar un doble-doble decisivo de 13 puntos y 12 asistencias.
El internacional puertorriqueño fue el que estableció el ritmo de juego, dio energía a su equipo y con su salida al campo todo cambió a favor de los Mavericks (10-9), que ganaron el tercer partido consecutivo y se consolidan en el segundo puesto de la División Suroeste a un juego y medio de los Grizzlies de Memphis (12-8), que descansaron.
Barea, en los 18 minutos que jugó anotó 5 de 9 tiros de campo, incluido un triple de dos intentos, y acertó 2-2 desde la línea de personal.
También tuvo presencia en el juego interior con tres rebotes defensivos, recuperó un balón y perdió otro.
"Tuve una gran energía en el campo e impusimos el ritmo de juego para que el partido al final cayese de nuestro lado", declaró Barea a EFE. "Ganar a Houston en su campo no es nada fácil y por lo tanto hemos conseguido una gran victoria".
Pero si Barea se encargó de dirigir el juego, el jugador más decisivo en el ataque de los Mavericks volvió a ser Doncic, quien en apenas 25 minutos de acción rompió a la defensa de los Rockets con sus tiros desde fuera del perímetro, dos consecutivos en el primer cuarto, que fueron los que le dieron la ventaja a su equipo, que ya no perdió el resto del camino.
El exjugador del Real Madrid siempre surgió con la canasta espectacular y decisiva que le permitió acabar el partido con 6 de 11 tiros de campo, tres fueron anotadas desde fuera del perímetro en siete intentos, y estuvo perfecto desde la línea de personal 7 de 7.
Doncic también capturó seis rebotes --cuatro defensivos--, dio dos asistencias, recuperó un balón y perdió cuatro, siendo su punto más débil en el partido.
"Ha sido un gran partido el que jugó todo el equipo y personalmente también me siento contento de como me salieron las cosas", declaró a EFE Doncic.
Harris, que apenas disputó 15 minutos como reserva, se convertiría en el factor sorpresa ganador de los Mavericks al aportar 20 puntos tras anotar 6 de 8 tiros de campo, incluidos 5 de 6 triples, y 3-3 desde la línea de personal, además de dar cuatro asistencias.
La gran labor de equipo de los Mavericks impidió una vez más que los Rockets pudiesen aprovechar el triple-doble que consiguió el escolta James Harden, que acabó el partido con 25 puntos, 17 asistencias y 11 rebotes --10 defensivos--, pero también tuvo otras ocho pérdidas de balón, de las 16 que acumuló el equipo.
Harden consiguió su primer triple-doble de la temporada y el trigésimo sexto como profesional, después de que el pasado lunes anotó 54 puntos ante los Wizards de Washington en otro partido que perdieron en la prórroga de visitantes por 135-131.
Otros tres jugadores de los Rockets, los aleros James Ennis III y Danuel House Jr., junto con el pívot suizo Clint Capela, también aportaron 18 puntos, que al final no impidieron la derrota que deja al equipo de Houston en plena crisis.
Los Rockets, que estuvieron abajo en el marcador la mayor parte del partido, consiguieron en el tercer periodo un parcial de 33-22, que les permitió llegar al cuarto con siete tantos de desventaja.
Pero los Mavericks respondieron con una racha de 10-2, incluidas dos canastas de Barea en sendas penetraciones y ahí se acabó la reacción del equipo de Houston, que al concluir la primera parte ya había permitido que el equipo de Dallas lograse 74 puntos, incluidos 15 que había conseguido Doncic.
Los Rockets (9-11) jugaron por tercer partido consecutivo sin el base titular Chris Paul, que se perdió el primero por descanso y luego los dos últimos, al sufrir un tirón muscular en la pierna izquierda.