Francisco Salas4 min lecturaPedro Acosta logró en el Gran Premio de Portugal algo mucho más grande de lo que dice la clasificación, y eso que se convirtió en el tercer piloto más joven en subir al podio de MotoGP, pero lo que hizo fue ganarse el derecho a soñar con competir de tú a tú con todos los capos de la categoría reina, porque aunque aún le quedan muchísimas cosas por aprender y cometa errores propios de un debutante, consigue estar arriba y lograr cosas como en Portimao, donde se enfrentó a un bicampeón del mundo como Pecco Bagnaia y lo superó tras varias vueltas esperando el momento perfecto, pero aún así el de Mazarrón sabe que le queda mucho por mejorar.
"Nos falta tener la moto un poco más apoyada en el suelo" destaca sobre su principal debe en el pilotaje, aunque tiene la inestimable ayuda del equipo y de todo el grupo KTM, que le están ayudando mucho, tanto que cada vez que se despierto tiene "20 o 30 mensajes" de los técnicos e ingenieros con cosas que ver y mejorar, lo que le permite salir con "las cosas claras y con prioridades", algo que muchas veces no es fácil y menos con su edad. Por lo que cree que sobre todo ellos también están haciendo "un buen trabajo". Pero si algo tiene que cambiar es su cabeza a la hora de gestionar las carreras, sobre todo los sábados. "También la mentalidad de lo que vengo acostumbrado a hacer estos años es de hacer carreras muy largas, con mucha gasolina y con los neumáticos, por eso creo que tenemos que mejorar las esprint, pero las carreras largas más o menos las tenemos".
Tras Catar donde hizo tests y Portimao, un circuito que conoce a la perfección, llega al Circuito de las Américas, que será un nuevo examen para él, por la fisionomía del trazado. "En Las Américas tendremos otro signo de interrogación, veremos cómo va el fin de semana en un circuito mucho más largo", aunque por otro lado es optimista con lo que puede hacer su KTM. "Creo que nos ayudará un poco más en el sentido de cómo está hecha nuestra moto, pero tenemos que tener los pies en el suelo". Eso sí, muy pronto estarán en Jerez, que le va muy bien a su montura y al mismo, ya que ha corrido allí en multitud de ocasiones.
En el trazado luso dejó una de las luchas de la carrera con Pecco Bagnaia, al que trató de adelantar en varias ocasiones y tras ver que no podía se quedó detrás de él estudiándolo y esperando el momento perfecto, cuando aprovechó para irse en solitario y dejar al 1 detrás, lo que a la larga provocó el accidente con Márquez. Pero estar tantas vueltas detrás de Pecco le ha servido para aprender mucho qué hacía él campeón "con el cuerpo, con la moto y con la inclinación", y además de aprender, como buen niño, también se lo pasó bien."He disfrutado mucho yendo detrás suya porque me ha dado tiempo a ver muchas cosas que antes no daba tiempo a ver".