Francisco Salas4 min lecturaPedro Acosta ha llegado al Mundial de MotoGP para ganarlo, es muy difícil que lo consiga ya este año, pese a que esté haciendo claros méritos para ello, pero sí que tiene los mimbres para ello, como ha demostrado en los primeros tres Grandes Premios, en los que ya ha conseguido dos podios, el tercer puesto en Portimao y el segundo de Austin, donde estuvo muy cerca de ganar, pero se encontró con el despampanante rendimiento de Maverick Viñales que consiguió un doblete en el trazado americano. En todo caso, el de Mazarrón va cuarto en la clasificación general y todo ello montado en una KTM satélite.
Eso es lo más reseñable, que todo lo que conseguido en este fulgurante arranque lo ha hecho a bordo de una GasGas, el equipo satélite de la marca austriaca, en el que pese a que llevar sobre el papel el mismo material que el equipo de fábrica, ni los ingenieros son los mismos, ni el equipo de trabajo, ni la cercanía con la que llegan las novedades. Por eso mismo sorprende que les esté dando un baño a sus compañeros de marca, ya no solo a su vecino de garaje, Augusto Fernández, si no que también a los miembros del KTM Factory Racing, como son Brad Binder, el buque insignia de la casa, que marcha sexto, cinco puntos por detrás del 'niño' y sobre todo Jack Miller, quien ocupa la décima plaza con tan solo 22 puntos. Aunque en Jerez tendrá un nuevo rival en la figura de Dani Pedrosa, que hará uso de una invitación para correr un Gran Premio en el que ya destacó en 2023.
Esto recuerda a algo que ya sucedió en la Fórmula 1 en 2016, cuando en Red Bull estaban Kvyat y Ricciardo, pero por detrás tenían en Toro Rosso a Carlos Sainz y sobre todo, Max Verstappen. El neerlandés era 'rookie' pero aún así estaba llamado a convertirse en lo que finalmente ha conseguido -tricampeón del mundo y sumando-, pero ese año estaba en el segundo equipo. Pero el ruso no estaba ni mucho menos acertado y a mitad de año decidieron intercambiarlos y salió bien, muy bien, tanto que el de Hessalt venció en la primera carrera que disputó, en Montmeló. Pero en MotoGP no se plantean eso...por ahora.
Jack Miller está mucho más lejos de lo que debería, ya no de Binder, que pese a estar peor que el año pasado sigue siendo una referencia, pero el ex de Ducati está siendo retratado por Acosta, aunque para calmar las aguas que hablaban de repetir lo que hicieron en los monoplazas, ha sido el propio Pit Beirerquién lo ha descartado. El CEO del Pierer Mobility Group, que es quién gestiona los contratos de los cuatro pilotos KTM ha remarcado que al menos hasta 2025 van a mantener las alineaciones como están ahora mismo.