Pecco Bagnaia es una de las grandes referencias de MotoGP, ya no por el hecho de que ha sido el campeón de los dos últimos años, si no también porque está luchando por el tercer mundial y es una voz autorizada, tanto en Ducati como el paddock. Por eso mismo a alguien del talante y el don de comunicar que posee el turinés hay que escucharle, y en cada polémica que surge en torno al motociclismo gusta de ser protagonista, eso sí, no suele entrar en problemas. Por eso mismo sorprende bastante la posición que ha cogido en el nuevo problema que hay en torno a la categoría reina, la de las radios.
Tras la disputa del Gran Premio de San Marino, en Misano, se celebró un test y en él se pudo probar el nuevo sistema de radios que conecte durante las carreras a pilotos e ingenieros, y el campeón fue uno de los que más en contra se mostró. Hasta el punto de que reconoce que es capaz de llevarse multas en cada carrera por no llevarlo, al estilo de Michael Jordan en la NBA cuando empezó a llevar zapatillas de colores. Y el motivo es claro, la incomodidad: “He probado el sistema y presiona en una zona del hueso. Empieza a doler sólo con presionar los dedos durante 30 segundos, y no digamos ya pilotando durante los 40 minutos de la carrera”. Y no es el primero que se queja, puesto que ya se mostraron en esa línea Pedro Acosta o Aleix Espargaró.
Y es que para Pecco, esto no es necesario, puesto que hay herramientas que sirven para saber lo que suficiente y estar al tanto de lo que tienen que estar, sin datos innecesarios. "No hay necesidad de más comunicaciones, tenemos todos los sistemas posibles para estar avisados de cualquier cosa como el ‘dashboard’ o la pizarra, así que no hacen falta otras comunicaciones".
Uno de los motivos que esgrime es que les puede causar una distracción que sería peligrosa: "pilotamos motos que no nos permiten distracciones”. Y es que estos hombres van a a más de 300 por hora y solo el hecho de que alguien les grite en la oreja o lleven un dispositivo molesto les puede hacer que tengan problemas varios y acaben en el suelo, con todo lo que eso puede significar. Y si el campeón tiene una imagen tan negativa de este sistema, es muy poco probable que MotoGP decida seguir hacia delante con los pilotos en contra.