El Gran Premio de Barcelona puso fin a la temporada de Moto GP y se convirtió en el escenario en el que Jorge Martín logró su mayor sueño: ser campeón del mundo. El piloto español peleaba con Pecco Bagnaia por el título mundial esta temporada y llegaba con cierta ventaja sobre el italiano a la última cita del calendario. 19 puntos le separaban antes de la última carrera, que se convirtieron en 10 tras la victoria del de Ducati en Montmeló y un tercer puesto para el madrileño, que fue suficiente para coronarle por primera vez campeón del mundo.
'Martinator' estaba eufórico al conseguir aquello por lo que había estado luchando durante toda su carrera, ganar un mundial en Moto GP. Una emoción que no pudo contener antes de subir al podio, al que tardó en llegar debido a todas las celebraciones. Para subir al último podio del año le esperaban Marc Márquez en el segundo cajón y Pecco Bagnaia, que acababa de perder el título y su posibilidad de conquistar su tercera corona. Pero la actitud del italiano fue espectacular en todo momento, algo que tanto el público de Barcelona como los aficionados del motociclismo no tardaron en reconocer.
Como decía una leyenda del motociclismo, Ángel Nieto, "saber perder es tan importante como el propio hecho de ganar". Algo que el piloto de Ducati ha demostrado en Montmeló y por el que ha sido reconocido. El italiano se quedó a las puertas de conseguir un tercer título después de haber conquistado 11 de 20 carreras este 2024, pero la regularidad le ha fallado a Pecco, algo que Martín si ha tenido.
Sin embargo, Bagnaia fue de los primeros en felicitar al ya número 1 por la consecución de su primer título, le esperó pacientemente mientras celebraba su triunfo y le aplaudió como nadie en el podio. Algo que el público presente en Barcelona le reconoció a través de los aplausos al subir al podio, reconociéndole también la gran temporada que ha firmado.
Además, aseguró en rueda de prensa que "estoy contento porque es un buen tío. Siempre nos hemos llevado bien, nunca hemos tenido, problemas. Nos conocemos desde hace mucho, desde 2015, y si un piloto que no sea yo tiene que ganar, él es uno de ellos. Se lo merece él y se lo merece su familia". Por ello, ha demostrado ser un verdadero campeón, a pesar de que ya tiene dos mundiales que lo avalan, al ser un gran competidor y saber aceptar la derrota de la mejor manera.