Francisco Salas3 min lecturaYa hemos entrado de lleno en 2025, lo que significa que poco a poco nos acercamos de nuevo al inicio de los campeonatos de MotoGP, Fórmula 1 y demás, y especialmente en el primero, este año va a ser muy distinto a lo que veníamos viendo en el pasado reciente. El motivo tiene nombre y apellidos, los de Marc Márquez, que va a ser el nuevo estilete de la marca que ha dominado los últimos tres años del certamen, Ducati. Los de Borgo Panigale eligieron al de Cervera en lugar de el campeón del mundo, Jorge Martín y esto va a hacer que toda la presión esté sobre él.
Marc llegó a la marca italiana después de 10 años en Honda, en los que consiguió seis títulos y ganó infinidad de carreras en una alianza que parecía infinita, sin embargo, con el paso de los años se fue diluyendo el dominio japonés, a la par que el español sufría caídas y lesiones que hacían que sufriera cada vez más a bordo de la moto. Por eso decidió probar suerte en otro lugar y cambiar de aires en lugar de seguir en Hamamatsu, lo que hubiera acabado con su carrera.
Así llegó a Gresini, donde con la moto de 2023 ha acabado tercero, detrás de Martín y Pecco Bagnaia, ganándose el ascenso. Sin embargo, ahora va a correr con la máquina 'pata negra' y no puede fallar, ya que tiene la obligación de mostrar que es el mejor. Y desde Ducati lo saben, como ha dejado claro Gigi Dallgna, que le ha puesto la presión encima: "Márquez hizo más de lo que esperaba en 2024, pero puede crecer un poco más. Desde el punto de vista de la velocidad, todavía creo que tiene algo que mostrar”.
Tener a los dos grandes favoritos al título en el mismo garaje puede salir o muy bien o muy mal, y eso es lo que van a experimentar en el Ducati Lenovo este año con Márquez y Bagnaia. A lo largo de su carrera el español ha tenido compañeros como Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo o Andrea Dovizioso, pero siempre ha estado claro quien era el 'capo', algo que ahora debe ganarse.
Y la incógnita existe, como ha desvelado el ex piloto y actual analista de DAZN, Pol Espargaró, que pese a reconocer que espera un gran dominio, tiene una sola duda: "si podrán trabajar juntos como equipo mientras luchan por el campeonato".