Alvaro Arenillas3 min lecturaMarc Márquez se ha ido de Honda –es un hecho–, pero ello no termina de esconder su amor por una marca y una moto con la que se ha proclamado en hasta seis ocasiones campeón del mundo de MotoGP. Aunque ya ha corrido con su nueva montura en el circuito Ricardo Tormo de Cheste, donde probó la Ducati del equipo Gresini, la realidad es que tiene contrato con HRC hasta el 31 de diciembre, por lo que no sorprende que haya sido ahora cuando ha salido a la venta un libro recordando sus mejores momentos con la moto oficial de la marca japonesa, ilustrando así los seis mundiales que han logrado juntos.
La realidad es que Márquez ya ha hablado en varias ocasiones sobre su ex equipo, al cual siempre ha señalado que se va con el buen sabor de boca que dejan los triunfos y el trabajo que ha compartido con tanta gente. Sin embargo, ello no evita que haya puesto su sello al mencionado libro a través de un emotivo prólogo."Nuestro camino juntos comenzó en 2012 cuando firmé mi primer contrato con HRC, con sólo 19 años, y desde ese día no podía esperar a venir a Valencia para probar la moto, una moto y un equipo, que tenía soñado desde que era un niño. Llegué al equipo Repsol Honda siendo un niño, un niño con el sueño de ser campeón del mundo. Ahora soy un hombre, un hombre que ha aprendido mucho, no sólo sobre las carreras, sino también sobre el ser humano", comenta antes de recalcar cómo su paso por la marca japonesa ha ido moldeando la persona que es hoy día. "Todos en HRC han influido en mí a su manera, no sólo dentro sino también fuera de la pista".
Márquez siempre ha tenido claro que romper su contrato y cambiar de equipo no era el camino más sencillo, pero sí el que necesitaba para revitalizar su carrera y plantearse nuevas metas. Así lo expresa de su puño y letra, abriendo la puerta a su vuelta.
"Enfrentamos muchos desafíos juntos y aprendimos muchas lecciones, desde 2015, las lesiones, 2020 y los altibajos que siguieron. Ahora afronto el paso más grande y difícil de mi carrera, dejar la certeza y seguridad de una fábrica, un equipo, una familia con la que he crecido. A veces, la vida te hace correr riesgos y salir de tu zona de confort, y en eso estoy yo ahora. Espero que algún día volvamos a sonreír y bailar juntos, como siempre lo hemos hecho en estos once años", concluye para dejar claro que piensa en un retorno al equipo de toda su vida.