Marc Márquez acabó con el decimosexto mejor tiempo en el primer día de test en MotoGP de Qatar. Después de haber estado en cabeza durante gran parte de la jornada, cuando bajó la temperatura y las motos empezaron a hacer los mejores tiempos, el piloto español se quedó muy atrás y acabó a casi un segundo de Pecco Bagnaia, que paró el cronómetro en un impresionante 1:52.040.
Lo que podía generar preocupación, en cambio, no fue nada frustrante para el piloto de Cervera, quien avisó que salvo en el tramo final, donde probó cosas, su prioridad en el día había sido trabajar consigo mismo y no con la Ducati, para adaptarse a un pilotaje que, como quedó demostrado en la conversación que tuvo con Pecco Bagnaia, no domina.
"Si el objetivo es intentar ganar será una gran frustración", advierte antes que nada Marc Márquez, quien dijo haberse sentido mejor que en los tesr de Sepang. "Aquí, desde el principio, me he sentido más libre pilotando, con más confianza, jugando más con el cuerpo y eso ya es una mejoría", reconoce el español, que quedó en 'evidencia' con aquella charla con Bagnaia y admite que el cambio está siendo difícil. "Es cierto que después de once años pilotando una moto, cuando llego a un circuito, mi instinto es sólo uno. Paso a paso tengo que cambiar. Trabajé en mí mismo todo el día. En la última parte de la jornada, empecé a trabajar en la configuración, pero antes que nada quería trabajar en mi rendimiento, en mi estilo de pilotaje y me fui encontrando cada vez mejor. Veremos si mañana podemos dar otro paso", afirma el catalán.
Márquez tiene claro sus prioridades y eso pasa por él mismo. Para acelerar la puesta a punto de la Desmosedici GP23 ya está su hermano Alex. "Tengo que volver a coger confianza. Si se ve la pretemporada, sólo estoy intentando llevarla de la mejor manera, con calma e intentando entender la moto, porque lleva tiempo", asume el ocho veces campeón del mundo, quien reconoce que hay otros pilotos que están ahora mismo muy por delante de él. "Por supuesto que será una temporada difícil. Hay dos o tres tipos, especialmente dentro de Ducati, que llevan la moto muy bien. Yo intento aprender de ellos, pero lleva tiempo y es difícil. Veremos si paso a paso puedo estar cada vez más cerca", señala.
En este sentido, Marc Márquez asume que no será una tarea fácil y que el dominio que tenía hace unos años en la categoría es cosa del pasado. "Soy humano y los años van pasando. Los jóvenes están llegando y son rápidos. Es lo natural. Cada deportista tiene su momento y, paso a paso, debes entender cómo adaptarte a la situación", afirma.
Lo que sí tiene claro Marc Márquez es que el camino que lleva la evolución de MotoGP no es el mejor para el futuro de la categoría y del espectáculo. Y no duda en dar un palo a los organizadores. "Lo primero que hay que hacer es reducir la aerodinámica en el futuro en MotoGP. No sé si estaré yo, pero dentro de dos, tres o cuatro años hay que reducirla. Esto hará que las motos sean más lentas, porque ahora usamos mucho par motor. No tenemos caballitos, frenamos muy tarde, sólo tienes que ir por la trazada y no luchar contra la moto", indicaba el piloto español, quien añade que es "más difícil adelantar a otros pilotos".
"Lo primero que hay que hacer es trabajar en eso. Luego, si las motos son más lentas, el show será mejor. ¿Por qué? Porque la gente que lo ve por la tele no se da cuenta de si vamos a 360 km/h o a 340 km/h. Hay que trabajar en el reglamento porque cada vez vamos a más. Se ve este año, que todos los fabricantes han hecho motos que parecen un Fórmula 1, incluso ahora con alas traseras...", advertía el piloto de Gresini Racing.