"Impresionante, absolutamente sí, más de lo que esperaba", afirmaba el jefe de equipo de Ducati Davide Tardozzi en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste tras las primeras vueltas de Marc Márquez con Ducati. "Estará entre los primeros, la sonrisa que he visto hace un momento en la televisión creo que lo dice todo. Uno no puede sino sentir respeto por la capacidad deportiva de este joven. Márquez, ocho veces campeón del mundo, no está en duda", añadía.
Sólo había dado ocho vueltas en su nueva Ducati y Marc Márquez parecía otro. Lejos están las imágenes de dudas que había ofrecido en los últimos años. Pese a no contar con una moto oficial y estar en un equipo privado, con la Ducati ha elevado el nivel, se siente más rápido y no lo esconde.
Hace dos días Michele Masini, director de su nuevo equipo, le marcaba un reto. "Marc sufre por la situación en la que está, se pregunta si es culpa de la moto o suya, pero creo que podrá despejar esa duda en el test del martes”, señalaba. La sonrisa con la que el piloto de Cervera ha acabado los entrenamientos y a la que aludía Tardozzi lo dice todo. Su duda ha quedado resuelta.
En la primera tanda estuvo entre los tres primeros; acabó la mañana segundo tras Viñales; lideró los entrenamientos oficiales a primera hora de la tarde; y a última hora se vería superado por el propio Viñales, Binder y Bezzecchi -con el que se 'peleó' el pasado domingo-, todos ellos en menos de dos décimas.
Y eso sin haber querido saber nada hasta ayer de su nueva moto, ya que reconocía que, por respeto hacia Honda, no le había preguntado ni a su hermano Alex, que será su compañero de equipo. Precisamente este ha quedado por detrás de él (6º), pese a tener ya experiencia con las Ducati.
Precisamente, Alex Márquez es uno de los primeros que comentaba la actuación de su hermano. "Estaba muy tranquilo. Le he visto muy relajado... Todavía no he podido hablar con Marc. Tampoco he visto las imágenes de cuando se ha quitado el casco tras la primera salida a pista. (...) He visto que tenía una sonrisa y eso siempre es bueno. Pero no he visto imágenes, no he podido hablar con él. Un poquito a media mañana, pero no mucho porque teníamos trabajo y el tiempo es muy corto. Me esperaba que fuera rápido. Sé cómo es", señala su ahora compañero en Gresini Racing.
"Lo más importante de este test es dar a los ingenieros la información adecuada para trabajar durante el invierno. Tenemos un motor nuevo, tenemos otras cosas nuevas, así que lo importante hoy no son los tiempos, sino dar la información adecuada para que los ingenieros puedan trabajar. (...) Sin duda los comentarios de Marc y Morbidelli son importantes y los evaluaremos y escucharemos con mucha atención porque, como he dicho antes, respetamos mucho a nuestros rivales", avisaba Tardozzi.
No obstante, las sensaciones sí cuentan y el 'nuevo juguete' de Marc Márquez le hace tener esperanzas e, incluso, sacar la euforia de su jefe. "La alineación de ocho pilotos Ducati es impresionante. Creo y espero que volvamos a ganar el campeonato del mundo en 2024, pero tenemos respeto por nuestros rivales, que están trabajando muy duro", añadía el italiano.
La expectación que despertó ver a Marc Márquez con sus nuevos colores eclipsó otros debuts brillantes como el de Luca Marini (10º) con la Honda que ha dejado el de Cervera, Alex Rins (19º) con la Yamaha oficial o un Pedro Acosta que, con su nueva KTM, acabó 18º y con algún susto, pero tan ilusionado como esperaba.
Otros, como el campeón del mundo Pecco Bagnaia (11º) o el subcampeón Jorge Martín (15º) estuvieron también probando cosas, pero más 'relajados' que otros que ya se tomaron esta primera toma de contacto como si de un Gran Premio se tratase o, al menos, como si fueran ya las sesiones de Sepang que les esperan en febrero.