Marc Márquez ha acaparado toda la atención en Montmeló en los test de final de temporada de MotoGP, en los que ya se han visto todos los cambios que se van a producir de cara a la próxima temporada.
El piloto de Cervera ya ha estado en el que será su box la próxima temporada, junto a Pecco Bagnaia, y ha vestido por primera vez de rojo. De hecho, lo ha hecho completamente de rojo, mientras que el piloto de Turín lo hacía de blanco. Apenas 56 milésimas han separado los tiempos de ambos, pero eso era lo de menos, porque la GP25 que estrenaban ambos tiene mucho que mejorar. Al menos ha servido para que el de Cervera tenga sus primeras sensaciones y esas no pueden ser más positivas.
“La más heavy lógicamente es la primera vez con una MotoGP. Esa es la que más nervioso estás y no sabes por dónde cogerlo. La que más ‘flan’ estaba fue el año pasado. Este año ha sido una primera vez pero muy calmado. Enseguida, desde la primera salida, me he encontrado cómodo. Cuando no cambias de marca de moto te lo facilita todo y, simplemente, notas evolución. Eso es lo que he notado”, señalaba un Marc Márquez que reconocía lo dicho horas antes por su nuevo jefe, Davide Tardozzi, que estaba contento con a moto del próximo año.
“Es cierto que el hecho de no cambiar de fábrica de moto y el hecho de ya conocer muchos ingenieros, me ha hecho sentir muy cómodo dentro del garaje. Esa tranquilidad durante todo el día", añadía el español, que ha tenido buena sintonía con los ingenieros de su nuevo equipo. "Era también volver un poquito ya a trabajar como trabaja una fábrica, que es un planning muy estricto, muy establecido con las cosas a probar. Ahí es donde el piloto está cien por cien disponible para la fábrica para dar el mejor comentario”, avisa.
En este sentido, ha recalcado su especial conexión con sus jefes. Aunque con Gigi Dall'Igna viene hablando todo el año. “La verdad es que durante este 2024 me he sentido muy respaldado por Ducati. La gran diferencia, o creo que lo que hace muy bien, es que tienen los comentarios de todos los pilotos. Estés en el box, que estés pilotando una Ducati, siempre intentan hablar personalmente con todos los pilotos. Y está claro que el hecho de estar en el box oficial hace que estemos mucho más conectados con Gigi y todo el staff técnico, que son muchas personas. Y luego, con el técnico, que es el que hablas directamente”, reconoce Marc Márquez.
También hablará ahora mucho con Davide Tardozzi, con el que ha demostrado que tiene muy buena relación. “Tardozzi va mucho a lo deportivo y, en este caso, ahora estamos trabajando más en lo técnico. Pero sí, son gente que los conoces de más de diez años que llevo en MotoGP. Han sido rivales y ahora trabajar juntos al final no cambia. Aunque sí que ya tienes una relación personal con ellos que te lo hace todo mucho más fácil. Con la gente de todo el box, muy cómodo la verdad. Todo muy preciso y probando esa moto GP25 el 90 % de las salidas”, destaca.
El piloto ilerdense no podía ocultar la alegría que le da poder llegar aquí. Era su objetivo cuando, hace un año, se subió por primera vez a una Ducati. Y lo ha logrado. "Todo al rojo es lo que queda. La verdad es que hice una apuesta arriesgada hace un año y poco y ahora toca rematar en el equipo de fábrica. Las sensaciones han sido buenas, me he sentido cómodo desde el principio, concluía el español, que tras algún problema, logró cerrar los test de postemporada con el cuarto mejor tiempo, a apenas 56 milésimas de Bagnaia.
La batalla ha comenzado. Aunque ellos no se lo tomen como tal. Al menos por ahora. "Hoy hemos estado hablando Pecco y yo. Primero hablamos cada uno con los ingenieros. Los ingenieros tienen un poco la información y luego comentamos entre nosotros. Lo importante es que los comentarios han sido muy similares”, avisa.