Lo de Marc Márquez ya a nadie le sorprende. Ni a su antiguo equipo ni a sus actuales jefes. Porque lo suyo es impredecible al cien por cien. Lo mismo sale victorioso logrando una remontada inimaginable que se va al suelo cuando más fácil tenía la victoria.
Pues en el Gran Premio de Indonesia, donde había conseguido colarse en el podio del sprint pero salió desde la cuarta fila por su doble caída en la clasificación, comenzó con un buen ritmo y tenía todo favorable para llevarse varios puntos de Mandalika. Pero su ilusión sólo le duró media carrera. Lo que tardó su moto en salir ardiendo literalmente.
El de Gresini no pudo hacer una salida tan explosiva como el sábado en la sprint y se vio inmerso en un grupo en el que tuvo que pelear cada adelantamiento hasta que el motor de su Desmosedici GP23 dijo basta y se rompió: "Ha pasado lo que puede pasar en la competición, hemos tenido un problema de motor y eso nos ha hecho abandonar la carrera".
Sobre el tiempo que ha rodado en el trazado asiático, este ha sido su análisis: "Estaba haciendo una carrera de menos a más, al principio he perdido mucho tiempo en peleas para adelantar, me he ido encontrando cómodo para llegar al grupo que peleaba por el tercer puesto, pero cosas que pasan en las carreras, a veces hay cosas que no están en tus manos, pero aquí con el equipo perdemos juntos y ganamos juntos, así que hoy ha tocado sufrir la otra parte del motociclismo, una avería mecánica que no depende, tampoco de los mecánicos".
Sobre su problema de moto ha relatado también cómo lo ha vivido desde dentro: "No ha avisado, fue de repente. De hecho venía en vuelta rápida personal. Justo en la vuelta anterior he pensado que iba a dar el clik para subir un puntito de riesgo y alcanzar a los de delante y el motor y la moto iban perfecto, venia el mi mejor vuelta cuando ha pasado eso".
Y siendo realista, Márquez cree que hubiera podido conseguir una buena posición: "No me gusta decirlo, pero creo que tirando un poco bajo hubiera podido ser quinto o sexto bien", no quiso exagerar.
Cuestionado sobre sus opciones ya de alcanzar a Jorge Martín en la lucha por el título se echó a reír: "Lo veo más posible que nunca. Ya lo he dicho y por eso estaba tan calmado, estaba intentado jugar mi baza que era ser constante y conservador, pero cuando pasan cosas que no están en tus manos no lo controlas. Mi objetivo en estas carreras es buscar la constancia para crear base para el año que viene".
Y para el piloto madrileño también ha tenido palabras: "Ha hecho lo que le tocaba, lo que estaba haciendo todo el fin de semana, estaban él y Enea Bastianini, Martín tiene la explosividad para abrir hueco a principio de carrera y eso le da una ventaja. Cada vez que salía a pista era el más rápido, hizo la pole con medio segundo".