El anuncio del fichaje de Marc Márquez por Ducati parecía que podía acabar con las especulaciones que se venían haciendo desde semanas atrás. Y aunque acabaron unas, empezaron otras. Primero, empezaron las preguntas sobre si iría al equipo Gresini Racing. Cuando se confirmó esto también, empezaron otras sobre sus aspiraciones con la Ducati y sobre si iba a arriesgar en este tramo final de temporada, en la que no se juega nada y sigue corriendo con una Honda en la que se cae todos los grandes premios. Y también sobre qué piensa de los que serán sus nuevos compañeros y que ahora están peleando con Ducati por el Mundial.
“Mantendré la intensidad porque es el camino. No quiero hacer un crucero. No voy a empujar si no me siento seguro, pero si me siento seguro, necesito ir al máximo porque así mantengo esa intensidad", señalaba este fin de semana tras la carrera disputada en Phillip Island, donde defendió su forma de competir hasta el final, aunque ya Honda haya dado el año por perdido. “Si te relajas durante cuatro carreras, te subes a otra moto y sí, es mejor, pero tu cuerpo no está preparado. Mantendré el espíritu. Les dije a los japoneses: seguiré luchando y dándolo todo hasta el final".
“En clasificación, si necesito encontrar un rebufo, lo encontraré. Si en carrera necesito arriesgarme y elegir el neumático blando -como en Phillip Island-, lo haré. Es mi mentalidad. No puedo afrontar las carreras con otra mentalidad”, señala Marc Márquez.
Esa seguridad que transmite en lo que va a hacer con Honda, curiosamente, cambia cuando le preguntan sobre qué espera de Ducati. Y lo hace cuando la escudería italiana ha vuelto a arrasar en este pasado fin de semana.
Ducati ha logrado, por sexta vez en la presente temporada, ocupar las tres plazas de podio. Ha logrado el decimotercer triunfo en MotoGP de 16 grandes premios disputados y ya suma 42 grandes premios consecutivos con, al menos, un piloto en el podio. Mientras que Márquez sólo se ha subido a él este año en Japón. Incluso con eso tiene dudas.
"Nunca sabes. Todavía ahora tengo dudas. Tendré dudas hasta probar la moto. Pero esto es normal. Es una gran decisión”, señala el piloto de Cervera, a quien se le veía ilusionado tras tomar la difícil decisión de dejar su equipo de toda la vida, pero que sigue transmitiendo las dudas que le acompañan en los últimos años. “Cuando lo haces, estás convencido, por supuesto, pero tienes interrogantes y dudas en tu cabeza. Estás pensando: 'Quizás después de 11 años montando un tipo de moto, tendré que ajustar muchas cosas en mi estilo de conducción para adaptarme'", añade.
"Todas estas cosas no son fáciles", asume el español, que tratará de cumplir, en las cuatro carreras que le quedan con HRC, y a ser posible despedirse a lo grande antes de dar el salto a Ducati.