Marc Márquez ha esperado al 1 de enero para poder hablar. Hasta el día anterior, aunque llevara más de un mes pensando en Ducati e hiciera ese tiempo desde que probó su nueva montura para el Mundial de MotoGP 2024, seguía siendo piloto de Honda. Eso le impidió disfrutar en el fin de fiesta que la escudería italiana hizo en Bolonia hace unas semanas y también comentar sus primeras sensaciones en la moto que el pasado campeonato del mundo llevó Johann Zarco.
No obstante, aunque él no hablara, sí lo han hecho casi todos en Ducati. Primero, los pilotos, que ensalzaron sus tiempos y la telemetría a la que habían tenido acceso. Y, luego, la cúpula directiva, quien ha hablado con prudencia para no crear un cisma entre sus pilotos, pero sí ha reconocido la velocidad del piloto de Cervera. Y siempre estaba la sonrisa con la que él salió de aquellos test de Valencia de finales de noviembre y que decía mucho más que cualquier palabra. Marc Márquez estaba muy contento con lo que había visto y sentido.
"Esto me ha permitido hacer el día muy relajado muy bien, centrado en entenderme con mi técnico, entender mi moto. Saltas a la moto campeona, así que está en tus manos. Ha sido un día de adaptación a las posiciones. La velocidad estaba ahí, entendía cómo gestionar las cosas. Me queda mucho para aprender para ser más constante y ser más seguro. Y, sobre todo, a nivel de comunicación con el equipo", señala Marc Márquez en unas imágenes que grabó entonces y que ha podido sacar ya DAZN, una vez finalizado su contrato con Honda.
En ellas se ve a un Márquez contento, en el que narraba cómo había sido ese primer día con Ducati, lleno de emociones fuertes. "Estaba nervioso, había mariposas en el estómago. Aunque lleve muchos años en el Mundial era un gran cambio, pero después de la primera salida me he quedado bastante más tranquilo y relajado", admitía. Hay que recordar que después de ocho vueltas con la nueva moto, que no conocía, el de Cervera ya estaba entre los tres mejores tiempos de la jornada. Y que, a primera hora de la tarde, lideró por unos minutos los test en el Circuito Ricardo Tormo.
"Me he podido adaptar más rápido de lo esperado, enseguida me he encontrado muy bien, el tiempo salía sin buscarlo de forma exagerada", asegura el español, que era el primer sorprendido de haber ido tan rápido y, sobre todo, de haberlo hecho casi desde el primer momento en que se montó en su nueva moto. De ahí las esperanzas que tiene para la temporada 2024.
Pese a todo, no quiere comparaciones. Se mostró agradecido a la oportunidad que Gresini Racing le ha dado para pilotar la mejor moto que hay ahora en la parrilla y también a una Honda en la que ha corrido toda su vida. "Venía de 11 años trabajando con un grupo, ahora es un grupo nuevo, pero la familia Gresini me ha recibido muy bien, todo es muy agradable y esto me ayuda a estar más relajado", afirma el ilerdense, que pese a callar lo que podría pensar deja finalmente una frase que lo dice todo: "No me gusta comparar las motos, no diré las diferencias, y menos en público. La Ducati es una moto diferente a la Honda, con un estilo de pilotaje diferente. Hay muchos pilotos que van rápido con esta moto...".