Marc Márquez en estado puro. El piloto de Cervera ya tiene otra cara. Era su primer día ante las cámaras como piloto de Ducati y desde el principio, con la cautela que le caracteriza, habló de todo, de las esperanzas que él y el equipo tienen puestas en este campeonato del mundo de MotoGP, de cómo llegará al primer Gran Premio, de su hermano, de lo que se ha encontrado estos primeros días en la escudería italiana y en Italia, donde ha estado conociendo la fábrica de Ducati...
"Cuando tomé la decisión estaba totalmente convencido. Obviamente, venir al Gresini, con mi hermano, ha hecho el cambio más fácil. Me siento muy cómodo, estos días que hemos pasado con el equipo han sido buenos", admitía antes que nada el piloto de Cervera, quien narraba cómo habían sido esos primeros días en Italia como piloto de la escudería de Borgo Panigale.
"Ha sido una visita protocolaria. La moto que tendré ya la sé, la de 2023, muy similar a con la que acabaron Pecco y Martín. Es una cosa diferente a lo que estaba acostumbrado. Fui a la sede de Ducati, luego a la de Gresini, cenamos, jugamos al pádel... Me gusta mucho ser cercano con el equipo y, en Gresini, son maravilloso. Tienes que ir poco a poco. Mi mayor rival soy yo mismo y la ilusión es muy alta, pero tengo que trabajar en mi box para ver qué podemos hacer. Estoy concentrado en Bagnaia y Martín", advertía antes que nada, avisando de cuál es el objetivo que tiene en mente: ganar.
"Los últimos tres o cuatro años han sido difíciles, quería divertirme de nuevo en una moto y Gresini fue el único que esperó por mí. Es un desafío difícil para mí, pero muy bonito para la familia Gresini", avisa un Márquez que admite haberse sentido muy cómodo la primera vez que se subió en Valencia a la Ducati, pese a que no la conocía.
"En Valencia me sentí cómodo. El tiempo salió por eso. Cuando empecé a empujar el crono salió, pero estoy más curioso por probarla en Sepang o Qatar, porque en Cheste suelo ir rápido", afirma, al tiempo que reconoce que también se le hizo raro. "Es una sensación extraña tras estar todos los años en el mismo equipo. Solo pasé un día con la moto, unas 50 vueltas, pero fue bien. Estoy curioso y ahora tengo ganas de ir a Malasia. Estoy como un niño con zapatos nuevos", afirma.
En este sentido, despeja dudas y señala que, pese a las palabras de Gigi Dall'Igna sobre que no le querían en Ducati, siempre se ha sentido "muy querido". "Si no, no hubiera dado este paso. Y Dall'Igna siempre me ha tratado muy bien", añade Marc Márquez.
El piloto de Cervera no dudó en afrontar lo que se espera de él y que coincide con sus deseos, pero pide paciencia. "De lo que ha dicho Nadia -poder ganar el Mundial- es normal. Ficharme ha sido un riesgo, pero lo han hecho porque creen que lo puedo hacer bien. Sobre la nueva moto de Honda, el problema es que no se sabía cuando volvería a estar arriba, por eso consideré que esto era mejor para mi carrera deportiva", indicó.
Por eso, pese a estar en un equipo privado, se ve para estar de forma continua entre los cinco primeros, lo que le permitiría pelear por todo. "Unas cosas son las expectativas y otra cosa la realidad. Mi trabajo es intentar olvidarme de ellas y tengo que mantenerme calmado, lo que no significa que no vaya a ir rápido. Pero no puedo pretender ganar desde el principio. No he podido ganar en los últimos años y ahora tampoco va a ser fácil, sobre todo con Bagnaia y Martín, que llevan mucho", avisa, aunque también reconoce que no se va a cortar por nada: "Voy a intentar encontrar el límite. Es mi manera de pilotar. Los pilotos de Ducati también se cayeron mucho, pero si puedes ir un poco más rápido, hay que intentarlo".
"Mentalmente estoy a 10, tengo mucha ilusión, mientras que físicamente siempre quiero más, pero me siento mejor que los otros cuatro años. Por fin he podido tener un invierno normal, porque desde 2018 los he hecho con rehabilitaciones. Intentaremos escapar de las lesiones, incluso este 2023. La razón de mis resultados no fue solo Honda, sino también mis lesiones", asume.
Sobre cómo va su adaptación al equipo, ha dejado claro que ya están trabajando en ello. "Ayer estuve con Frankie (Cacherdi) para intentar conocernos mejor y adaptarnos el uno al otro. Santi y él son diferentes, odio las comparaciones. Lo más importante es el rendimiento", afirma Marc Márquez, quien no quiere comparaciones con Honda. "Crear la misma atmósfera que en Honda es imposible, porque estuve 13 años, pero lo importante es tener un buen ambiente. Con el paso de las carreras iremos siendo cada vez más cercanos. Es un proceso natural", añade.
Por último, habló de las primeras sensaciones que había tenido en su nueva montura. "En Valencia piloté muy fino, pero tampoco sé cuál será mi estilo de pilotaje con Ducati. Es una manera diferente de afrontar la vuelta, porque la manera de acercarse a las curvas es distinta, pero la salida de los vértices era muy buena. Necesito adaptarme. Tengo curiosidad de probar la moto en circuitos en los que tengo problemas", concluye.