La pelea por el título mundial entre Pecco Bagnaia y Jorge Martín le habían restado algo de protagonismo, pero Marc Márquez avisó que este Gran Premio de la Comunidad Valenciana, su última carrera con Honda en MotoGP, era especial para él. Y lo ha demostrado. El piloto de Cervera dio una lección en el Circuito de Cheste. Acabó en subido al tercer cajón del podio en el Sprint, pero tal vez habría podido optar a más si el empuje de Jorge Martín por sacar el mayor número de puntos posible no se lo hubiera impedido o de haber tenido algo más de ritmo en la lucha con Binder.
No obstante, para Marc Márquez este tercer puesto casi es una victoria. "Dije que era posible y no engañé. Sí que se me ha complicado un poco en la sesión de clasificación tanto el Sprint como la carrera, porque saliendo noveno se tiene que cuadrar todo", señalaba Márquez antes de añadir: "Hoy se ha cuadrado y hemos podido estar en el grupo de delante. Es la mejor manera de agradecer al equipo todo el esfuerzo de estos años. Me ha costado mantener al emoción en el podio, pero ahora toca tranquilizarse otra vez y mañana intentar hacer un buen domingo", añadía el piloto catalán.
Pese a la alegría que le da el tercer puesto, asume que podría haber aspirado a lograr algo más. "Tenía ritmo. Lástima que he perdido un poco de tiempo ahí con Viñales y luego se me han escapado", afirma Márquez, que sabía que tenía su oportunidad el sábado, ya que a 27 vueltas todo se complica. Y más si hay un título en juego. "Mañana la carrera larga será un poco más difícil, pero lo intentaremos. Todo depende de la primera vuelta. Si podemos hacer una buena salida, todo es posible. También depende de la estrategia que opte Jorge (Martín). Si yo fuera él, miraría bastante la pizarra y las pantallas".
Márquez analizaba porque, aún siendo tercero y estando delante, veía opciones de mejorar de cara a mañana. "Tenemos que mirar porque todo el fin de semana hemos rodado solos y no había podido comparar con otras motos. Hay que ver en esa tracción y aceleración de la curva 2 a la 3. Ahí perdía un poco y luego, saliendo de la 6, en la recta de atrás, también perdíamos bastante, pero ahí ya es un punto débil porque no podemos activar el dispositivo trasero, ya que luego viene una frenada en ángulo y al no activarlo, nuestra moto pierde un poquito más, pero intentaremos hacerlo de la mejor manera y acabar de ajustar cuatro cositas. Y, sobre todo, elegir bien el neumático trasero", analizaba el español.
Ese análisis frío contrasta con la emoción que le embargó en el podio y que este domingo, en su despedida con Honda, podría llegar a más. "Los veía a todos con los ojos llorosos y cuesta controlar todo esto. Está siendo un fin de semana intenso de emociones, pero estoy intentando mantener la calma porque mañana tenemos otra carrera y esto no se ha acabado", afirmaba Marc.