Nuevo fin de semana de MotoGP y, de nuevo, buenas sensaciones para un Marc Márquez que parece ir a por todas. En el comienzo del Gran Premio de Italia, el de Cervera cumplió su primer objetivo - clasificarse entre los diez primeros para estar bien posicionado en parrilla - y, sobre todo, dejó una vez más patente su idilio con Ducati.
El de Gresini lideró los tiempos casi hasta el final durante la mañana y por la tarde fue muy rápido al principio con compuesto blando, y trabajó muy bien con el medio. Y el piloto catalán se mostraba así de feliz de haber cambiado Honda por Ducati cuando le preguntaron cómo se había sentido llevando la GP23 en dicho circuito: "Un muy buen día. Muy agradable pilotar una Ducati en Mugello. La puesta a punto de base ya era buena. Iba rodando pensando en la vuelta rápida, que me ha salido mejor. Con la Ducati me siento más competitivo en Mugello, pero aún me cuesta. Sufro más que en otros circuitos, pero soy competitivo. Sé sufrir, lo he hecho a lo largo de toda mi carrera. La primera sensación en Mugello es que era un circuito distinto".
Y es que después de conseguir tres podios consecutivos (Jerez, Le Mans y Barcelona), Marc quiere más. Sobre todo, para demostrarle a Ducati que debe ser él quien ocupe el segundo asiento oficial el próximo curso, algo que parece muy complicado a estas alturas: "Hay que dar prioridad a mejorar el tiempo a una vuelta".
Y es que el español sueña con alcanzar este domingo la que sería su victoria número 93, algo que cree que será complicado pero que cada vez ve más cerca: "No está hecho, porque toca una Q2 y una sprint. Esto es solo una Práctica. Parece que estoy un poco más cerca a una vuelta, pero no es suficiente. Esta moto te permite relajarte un poco".
Y otra de las cosas que no puede evitar Marc Márquez en cada circuito donde compite es que le pregunten por su culebrón en Ducati y por el equipo con el que pilotará el curso que viene. El catalán todavía no sabe dónde lo hará, pero sí tiene claro que no lo hará con Pramac y al equipo italiano parece no haberle sentado nada bien. Aun así, el piloto de Gresini ha aclarado todo: "Con Campinoti siempre hemos tenido una buena relación, y sincera. Siempre nos hemos dicho las cosas a la cara".