Este fin de semana se disputaba el Gran Premio de Austria de Moto GP en el ecuador del campeonato. Por ello, cada vez son más importantes los puntos que se consigan en cada carrera de cara al tramo final de la competición. En el circuito de Austria Marc Márquez, que está en la lucha por el mundial pero con menos opciones que los actuales líderes, ha dado un gran espectáculo con una increíble remontada. El español necesita firmar grandes actuaciones y que sus principales rivales fallen para acercarse al liderato. Sin embargo, no está teniendo suerte en los circuitos.
Márquez ha cruzado la meta en la cuarta posición, quedándose a las puertas del podio. Los que sí se han subido a estos cajones son Enea Bastianini en la tercera posición y los grandes favoritos para hacerse con el mundial, el español Jorge Martín ocupando la segunda plaza y el futuro compañero de Márquez, Francesco Bagnaia, que ha sido el ganador de la carrera. No obstante, Marc podría haber tenido mejor rendimiento si no llega a ser por ciertos problemas. Una avería le impidió comenzar bien la carrera y desató una serie de adversidades que le obligaron a tener que remontar para acercarse al máximo a los primeros puestos. Y así fue, sólo 14 segundos le separaron del ganador de la carrera.
El catalán explica los problemas que ha tenido en este fin de semana: "todo lo que nos podía pasar nos pasó. Se rompió la válvula media hora antes de la carrera y de allí vino todo lo demás". Desde este momento la carrera se le torció antes de iniciarla "el cambio de la válvula ya condicionó la vuelta de calentamiento, porque iba más concentrado en poner la goma en temperatura que en todos los procesos que tenemos que hacer. Entonces no activé bien el dispositivo de altura. Fallo mío, sí, pero todo es consecuencia de algo".
El 93 sabe que de no haber sido por estos infortunios podría haber quedado mucho más arriba en la clasificación del Gran Premio: "no me atrevo a decirlo, pero creo que el podio lo tenía más o menos fácil". "Además, la suerte tampoco me acompañó en la primera curva. Yo iba erguido y noté un golpe por detrás de Morbidelli, pero en ese follón me metí yo. Ni fue culpa suya, ni tampoco mía" señaló el actual cuarto clasificado del mundial. Dejando a un lado esta carrera, el ocho veces campeón del mundo promete que llegará otra victoria, aunque este año se le esté resistiendo.