Si ayer sábado su rostro no era el de alguien tranquilo por mucho que tratara de parecerlo con su voz tras caerse en el sprint y ver cómo Pecco Bagnaia se quedaba a tan sólo 12 puntos de él, hoy domingo la cara del madrileño ha sido otra bien distinta al finalizar el Gran Premio de Indonesia.
El español dominó desde la primera hasta la última vuelta y ha vuelto a ampliar su ventaja en la clasificación provisional del mundial. Martín cuenta ahora con 21 puntos de ventaja sobre Bagnaia (Ducati Desmosedici GP24), quien acabó tercero, por detrás del también español Pedro Acosta (Gas Gas RC 16), pero que todo apunta a que acabará segundo por la investigación anunciada a Acosta por no cumplir con el porcentaje de presiones mínimas de los neumáticos durante la carrera.
El italiano Enea Bastianini (Ducati Desmosedici GP24) y el español Marc Márquez (Ducati Desmosedici GP23) no lograron acabar la carrera por caída el primero y rotura del motor el segundo, lo que les deja con los mismos puntos en el campeonato.
Y es que este certamen asiático ha tenido de todo. La primera baja destacada fue la del portugués Miguel Oliveira (Aprilia RS-GP), quien sufrió una fuerte caída durante los entrenamientos en la que se fracturó una muñeca y viajó ya de regreso a Portugal para ser intervenido quirúrgicamente, lo que le impedirá también disputar la carrera de Japón, dentro de siete días.
Y durante la carrera se han producido hasta ocho caídas y una retirada, la de Marc. Antes de cumplirse ese primer giro cuatro pilotos se fueron por los suelos en la curva dos, en la que el australiano Jack Miller (KTM RC 16) se cayó al entrar demasiado forzado en la trayectoria de la curva y se llevó por delante a los españoles Alex Márquez (Ducati Desmosedici GP23) y Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP) y al italiano Luca Marini (Honda RC 213 V).
Mientras tanto, Marc Márquez intentó el adelantamiento a 'Pecco' Bagnaia en la sexta vuelta, pero el italiano se lo devolvió casi de inmediato y de la acción se aprovechó Fabio di Giannantonio (Ducati Desmosedici GP23), que se coló por el interior al español para relegarlo a la octava posición, aunque una vuelta más tarde todo volvía a su posición original.
Con el paso de las vueltas la adherencia del asfalto comenzó a mejorar y eso permitió que los tiempos de prácticamente todos los pilotos fuesen más rápidos y, en particular Bagnaia, consiguió alcanzar al trío que marchaba por delante, mientras que Marc Márquez rompió el motor de su Ducati, que comenzó a arder de manera espectacular forzando el abandono del ocho veces campeón del mundo.
Ya en el ecuador de la carrera la ventaja de Martín respecto de Acosta se había reducido a las seis décimas de segundo, mientras que Morbidelli, por entonces tercero, estaba a un segundo y medio, 'La Bestia' Bastianini superaba a Marco Bezzecchi y Bagnaia no terminaba de 'engancharse' al rebufo de sus predecesores.
Pero ahí no quedaron las sorpresas, porque, al comienzo de la vigésimo primera vuelta, Bastianini se fue por los suelos en la curva uno, dejando aún un hueco más amplio entre los dos pilotos de cabeza y el trío perseguidor, en el que el más beneficiado era Bagnaia, que ganaba 'el punto' de una posición, de sexto a quinto y con la posibilidad de mejorar algo en las últimas vueltas.
Apenas doce pilotos quedaban en pista una vuelta más tarde, en la veintidós. Bagnaia se volvió a aprovechar de un error de Bezzecchi para ganar otra posición -cuarto- ya con Morbidelli en el punto de mira, lo que le daría el tercer peldaño del podio.
Una vuelta más tarde, en el vigésimo tercer giro, Bagnaia superó a Morbidelli ya en posición de podio, pero, a falta de cuatro vueltas, las diferencias con los de delante hacían prácticamente imposible que pudiese recuperar algún puesto más.