Francisco Salas4 min lecturaEl mundial 2025 de MotoGP va a presentar muchos cambios en la parrilla, principalmente porque muchos de los grandes pilotos han optado por cambiar de montura, lo que irremediablemente va a hacer que ls jerarquías sean otras y hasta que no veamos varias carreras sea bastante complicado establecer unas nuevas. Pero eso no impide que nos hagamos una idea de que tanto Marc Márquez en el Ducati Lenovo como Jorge Martín como nueva estrella de Aprilia, van a ser rápidos, muy rápidos. Aunque en el caso del madrileño va a estar más complicado, porque pasa de la mejor moto a una que le va algo más a la zaga, aunque no llegará solo y tendrá un aliado para dar el impulso necesario a los de Noale.
Y es que el madrileño tiene una responsabilidad muy grande, la de acortar la brecha que existe entre las dos marcas, toda vez que Ducati ha mandado con puño de hierro en los últimos años en el mundial, aunque eso sí, de cara a 2025 va a tener dos motos menos y en lugar de 4 GP25 solo habrá tres, por lo que el número de rivales bajará ostensiblemente. Además, hay voces en el paddock que creen que tiene las armas para conseguirlo, como el mítico periodista británico Mat Oxley, que señala que por primera vez en Noale tendrán al piloto más rápido, pero que a la vez necesitan un cambio estructural. "Aprilia necesita mejorar su rendimiento y consistencia antes de poder siquiera pensar en la corona de MotoGP".
Pero eso sí, no solo va a depender de Martín, ya que no llegará solo, porque han fichado un nuevo director técnico de la talla de Fabiano Sterlacchini, que debe ser el arma secreta para recortar la diferencia. "El aporte de Sterlacchini será tan importante como el de Martin, porque aporta una gran riqueza de experiencia". El italiano pasó casi dos décadas en Ducati y tiene muchas cosas que aportar a una fábrica donde hay muchas cosas que van a ser nuevas, y que necesita un cambio. Sterlacchini traerá una nueva forma de trabajar y otra organización y funcionamiento a Aprilia.
Además, no nos podemos olvidar de que Martín lleva cuatro años pilotando la mejor moto de MotoGP, por lo que sabe cómo funciona una moto ganadora y ahora debe plasmarlo para ayudar a mejorar su nueva máquina, que además es una gran moto que "solo necesita mejorar detalles", pero con el pilotaje del español, que ya de por sí recorta algunas décimas, sumado al nuevo cerebro, y a que los dos saben perfectamente lo que ha hecho Ducati para llegar donde está, podemos estar más pronto que tarde ante la verdadera alternativa al dominio rojo.