"Estábamos interesados en ficharlo -a Marc Márquez-, pero Ducati nos dijo que solo se podía hacer con un contrato de dos años. Luego, no había espacio para Gresini, y lo contrató por un año. En mi opinión, puede ser aún más disruptivo, porque, por absurdo que parezca, si gana el campeonato mundial y luego se va, no me parece una elección que pueda ser 100% positiva para Ducati”, señalaba hace unas semanas en Paddock TV el CEO de Pramac, Paolo Campinoti, quien confirmó este veto a situar al piloto catalán en uno de los dos primeros equipos de la escudería italiana.
El mandamás del 'segundo equipo' de la marca transalpina nos tiene acostumbrados a declaraciones sorprendentes que suelen traer cola. Es alguien que no se muerde la lengua y que suele decir lo que piensa. Como hizo en esa entrevista, en la que criticó que se permitiera a Marc Márquez fichar un solo año por un equipo satélite de Ducati o indicó que, si tuviera que elegir entre Jorge Martín y el piloto de Cervera, elegiría al madrileño por cuestiones personales. "Si tengo que hacer un esfuerzo, y lo digo oficialmente, lo haré por Martín, que en mi opinión vale tanto como Márquez, no más. Y además, es más joven y me cae más simpático”, afirmaba.
Ahora bien, sabe que eso es imposible, que Jorge Martín tiene como única aspiración correr con la moto oficial en 2025 y que, en caso de que así no ocurra, la escudería de Borgo Paginale ya conoce las consecuencias.
Eso, el 'ascenso' de Martín, obviamente, no es seguro. Hay muchos gallos en la pelea. Por un lado, el campeón, Pecco Bagnaia, que ya ha comenzado a mover los hilos para renovar y que, según señalaba recientemente Paolo Ciabatti, será con casi total seguridad el dueño de una de las motos oficiales. Luego, estaría Enea Bastianini, con quien pocos cuentan, pero ya ha avisado que piensa pelear por mantener el lugar de privilegio que ahora mismo ocupa junto a Bagnaia.
Y luego está el resto. Y en ese resto está Jorge Martín, que se quedó a un paso de proclamarse campeón del mundo en 2023 con una moto satélite y que volverá a aspirar este año a ese premio. O un Marc Márquez que va a correr con una de las motos de 2023, pero que, si demuestra el potencial que se le presupone, la marca tendrá que tenerlo en cuenta.
Ya lo dijo el hasta ahora director deportivo de Ducati, todo está por decidir. "En Ducati esperaremos las primeras 5-6 carreras para tener una imagen clara de la situación, aunque ya tenemos ideas bastante definidas" , advertía Paolo Ciabatti.
Y, ante esto, el CEO de Pramac, Paolo Campinoti, avisa sobre Jorge Martín. "Creo que se irá a Honda. Necesitan un piloto fuerte y, entre los jóvenes, sin duda es el que más garantías da", señala el jefe de Pramac, que pasa la patata caliente a la marca italiana. "Estas son decisiones que toma Ducati, son ellos quienes deciden a quién poner o no en el equipo oficial", añade.
No obstante, Campinotti no quiere ir tan lejos. Prefiere centrarse en la temporada que está a punto de arrancar y aprovechar la presencia de Jorge Martín en su equipo para volver a llamar a la puerta del título de MotoGP. "Para nosotros ha sido un año excepcional, pero más aún, habiendo ganado el Campeonato del Mundo por equipos, algo que ningún equipo privado había logrado en el pasado", afirma el CEO de Pramac, quien no se conforma. "Llevar el Campeonato del Mundo hasta la última carrera fue impresionante. Queremos empezar desde aquí, aunque la próxima temporada será aún más difícil, dado que todos estarán aún mejor equipados. Está Márquez con la Ducati, Honda, que estoy seguro que será mejor, Aprilia está creciendo...", advierte.
Si nos atenemos a su advertencia, nos espera un Mundial de MotoGP divertido y apasionante, pero más aún la incógnita y la pelea por ocupar uno de los dos puestos en la Ducati oficial para la temporada 2025.