Francisco Salas4 min lecturaJorge Martín logró en Portimao más que un triunfo, ya que su fin de semana se pareció más a los que suele tener el que fue su rival por el título el año pasado y que está llamado a volver a serlo este año, Pecco Bagnaia, ya que el madrileño fue de menos a más durante todo el fin de semana, acabando tercero en la carrera corta, que usualmente gana y demostrando el domingo que también sabe gestionar las carreras largas y venciendo tras ponerse primero en la curva inicial, una posición que no cedió en toda la carrera, además de que tuvo la 'suerte' de que Pecco se fue al suelo en los giros finales al tocarse con Marc Márquez, dejando a dos de sus grandes rivales con un 0 en sus casilleros.
"Últimamente voy muy rápido los sábados, pero el domingo, desde Tailandia del año pasado no ganaba, pero hoy he podido conseguir una victoria muy madura", y eso que era un trazado del que trae muy malos recuerdos para él. "Es una pista donde casi lo pierdo todo después de romperme nueve huesos en 2021 y llegar a pensar en dejarlo", sin embargo hoy enterró todos los fantasmas de aquel día. "Hoy estuve aquí en el primer puesto y me sabe increíble, pero sobre todo me sabe bien ese ritmo, esa madurez de vuelta a vuelta ir bajando poquito a poco, sabiendo gestionar esa distancia sin pasarme, porque luego podrían haber venido caídas, creo que ha sido crucial y por eso estoy muy feliz".
Que el sábado no lograra lo mismo que en la carrera larga lo provocó la salida, ya que tuvo "un susto" con Miller y se puso sexto, pero en la importante al estar primero se ha propuesto "intentar guardar el neumático", y que se mantuviera limpio. "Sufrimos mucho cuando atacamos con la goma desde el principio y luego lo pagas a las cuatro o cinco vueltas, por eso he decidido esas vueltas estar tranquilo pero manteniendo esas 'decimitas' con Maverick que venía apretando también", con la victoria se pone líder del Mundial, pero a falta de tantas carreras y con tantos puntos en juego -37- cada fin de semana, aún queda mucho trabajo por hacer. "Al final me da igual a estas alturas de campeonato, creo que es importante tenerlo porque es muy difícil conseguirlo, pero como en Austin no sé que va a pasar, hay que intentarlo todo y mejorar cada día".
Pese a ser considerado de forma casi unánime el rey de las carreras cortas, él sigue pensando que la sprint es su punto débil, ya que el domingo son fuertes, y el viernes y el sábado en las sesiones por tiempos también, pero algo falla los sábados a la hora de correr. "La sprint es nuestro punto débil, es dónde peor estamos, tanto en la clasificación como los domingos estamos siendo muy competitivos, pero en la sprint sufro mucho de 'chattering' por apretar mucho las primeras vueltas y por eso tenemos que ver cómo compensar eso de alguna forma".