El final de Marc Márquez en Honda no fue lo dulce que merecía una alianza tan espectacular. Tras 11 años juntos en MotoGP y seis títulos mundiales conseguidos, la relación entre ambas partes se volvió realmente complicada hasta el punto de que el piloto catalán entendió que había llegado la hora de cambiar de aires, algo que finalmente le llevó a firmar con el equipo Gresini de Ducati para la temporada de 2024.
Certificada tal decisión es obvio que muchos ojos se posaron en el de Cervera para no desviar la mirada desde hace meses. Ahora toca esperar para ver cómo le va con una moto 'desconocida', una Desmosedici GP23 con la que Pecco Bagnaia fue campeón el curso pasado y a la que el español espera sacar el mayor partido posible y, quién sabe, quizás pelear por sumar alguna victoria.
Ante la incertidumbre de verse solo en un nuevo equipo, Márquez apretó para llevarse con él a Santi Hernández, técnico que le acompañó en HRC durante la consecución de sus campeonatos. El equipo Gresini dio el visto bueno, pero sólo si se comprometía con ellos por dos años. Márquez no quiso y prefirió estampar su firma únicamente para el año 2024.
Con tal camino marcado, llegó a Honda la pelea por 'caer' en el lado del garaje de Hernández. Luca Marini aterrizaba en el equipo oficial de los nipones y pedía heredar el equipo que anteriormente rodeaba a Marc. El plan del italiano era tener a su lado a esos que hicieron campeón a Márquez. Sin embargo, todo su ilusión se vino abajo al conocer que Joan Mir, quien ya estaba con los japoneses en 2023, había hecho esa misma petición antes que él, exactamente durante la disputa del último gran premio en Valencia.
Mir, quien fue campeón del mundo en 2020 con Suzuki, tuvo una campaña realmente dura en su debut con Honda; tanto es así que terminó en la 22ª posición del campeonato, siendo su mejor posición un quinto puesto cosechado en India. Ante tal mala presentación entendió que lo mejor para su presente y futuro era trabajar junto a Santi Hernández, algo en lo que el equipo estaba (y está) de acuerdo.
"Esto es una cosa que pidió Joan, y que se hizo. Consideramos que tenía sentido, porque Santi es español y Giacomo, italiano. Pensamos que los pilotos siempre pueden hacer más piña con un jefe de mecánicos que hable su mismo idioma. Cualquiera de los dos lados está formado por gente profesional y que conoce la moto. Es más una cuestión de afinidad personal", comentaba Alberto Puig, team manager de Honda, a Motorsport.com.
Con el cambio de personal confirmado, Joan Mir fue cuestionado por sus sensaciones, siendo justo ahí cuando se acuerda de Marc Márquez y del hecho de que fuese capaz de ganar hasta seis veces en Mundial de MotoGP. Trabajando con Hernández todo se ve más claro.
"La situación ha cambiado mucho. Santi tiene una manera de trabajar que encaja muy bien conmigo. Está muy respaldado por los títulos que ha ganado, y no solo me ayuda en lo técnico. Que Márquez haya ganado tantos mundiales es por algo; no es por casualidad. Su método me gusta mucho", sentencia.