Honda vive, con diferencia, sus horas más bajas en el Mundial de MotoGP, después de perder a Marc Márquez y de vivir unos años en un pozo del que no tiene pinta que vayan a salir a corto plazo. El de Cervera se fue porque hacía mucho tiempo que no era capaz de entenderse con la moto que tantos días de gloria le había dado, y eso que él era el único que había conseguido sacarle punta en esta oscura etapa, ya que campeones del mundo como Jorge Lorenzo o Joan Mir habían fracasado en el intento. Pero sin el catalán la cosa ha ido a peor, ni los fichajes de Marini y Zarco ni las concesiones por los malos resultados han surgido efecto y ahora mismo son con diferencia la peor moto de la parrilla.
Pero eso no quita que los japoneses sepan hacer monturas como nadie, y por eso es cuestión de tiempo que vuelvan a estar arriba, precisamente por las concesiones antes mencionadas, que les van a permitir este año y los siguientes tener muchos más tests y pruebas que les permitan desarrollar de nuevo una máquina competitiva. Pero además de eso, también quieren tener un piloto que encabece el proyecto y sea el encargado del desarrollo y de llevar a lo más alto la bandera de los de Hamamatsu, al estilo de Fabio Quartararo en Yamaha.
Y tienen un nombre en la cabeza por encima de todos, el de Maverick Viñales. El español ha conseguido por fin ganar con Aprilia, la tercera marca diferente con la que se sube a lo más alto del podio, demostrando que se puede adaptar a prácticamente todo. Además este 2024 parece el año de su confirmación, ya que tras su doblete en Austin se ha colado en la tercera plaza del Mundial y si no llega a ser por su abandono en Portimao, cuando se fue al suelo por un problema mecánico en el último giro, estaría casi empatado con Jorge Martín en cabeza.
Este rendimiento le hace merecedor de una oferta que le podría situar entre los mejor pagados de la categoría, y la misión lo merece, pues devolver a Honda a la cima de la velocidad le daría un estatus de histórico. Además de que siendo sinceros, después de ver a Márquez, Lorenzo, Mir y muchos más fracasar, hace falta un incentivo para afrontar tamaña empresa. El equipo de Alberto Puig tendría más opciones en caso de que el de Rosas decline la proposición, sobre todo Jorge Martín, que pese a querer seguir en Ducati, si no llega una oferta del Ducati Lenovo, podría plantearse ponerse el mono del ala dorada.