"Toda la cúpula de Ducati ha tomado una decisión arriesgada, porque ha dicho que no a un pilotazo como Martín para elegirme a mí". Con estas palabras sorprendía Marc Márquez tras anunciarse su fichaje por el equipo oficial de Ducati y, a su vez, agradecía el esfuerzo de una marca que ha antepuesto su fichaje pese al alto coste posterior que ha tenido.
Empezando por perder a Bastianini y a Jorge Martín, algo que se sabía si elegían a Marc Márquez, Ducati ha apostado muy fuerte por el piloto de Cervera para tener a los dos pilotos con más títulos de MotoGP de la actual parrilla en el mismo equipo de cara la próxima temporada.
Eso ha desatado todo tipo de comentarios a lo largo del último mes, algún dardo por parte de Jorge Martín -"Voy a ir a un lugar donde verdaderamente me desean, me siento deseado y van a dar el cien por cien por mí", dijo- y presión tanto del madrileño como de su entorno para que todo siga igual. Así se lo han confirmado desde Ducati, pero por si había alguna duda de que en la marca italiana se toman en serio sus principios, las palabras de Marc Márquez sobre lo que pidió para su Ducati actual lo ratifican.
Tal vez lo diga con la boca pequeña, pero en Ducati le han dejado claro que su petición no es posible. "Entre risas he pedido una piececita para este año, pero ahí la verdad es que la política de Ducati es muy estricta y muy marcada. O sea, si una GP23 recibe algo, todas las GP23 lo tienen que recibir", indicaba Marc Márquez, quien ya en el último gran premio, celebrado en Países Bajos, agradeció a Gresini Racing todo lo que había hecho por él para recuperarle y que pudiera pelear por estar en el equipo de fábrica la próxima temporada.
"Tengo un paquete competitivo y tengo un equipo que hay una atmósfera increíble. Lo primero que he hecho es coger al equipo -cuando llegó al GP en Assen-, porque aún no había hablado con ellos personalmente, y decirles que estaba muy agradecido, que en siete carreras habían conseguido crear una atmósfera y reconstruir a un piloto que hace un año estaba a punto de retirarse, reconstruirlo y darle esa confianza. Y les he dicho que nos queda casi un año por delante para disfrutar, donde sufriremos, cometeremos errores, pero donde también intentaremos conseguir podios y por qué no, alguna victoria”, señaló Márquez.
El próximo año sabe que su equipo será uno nuevo. Desde Ducati ya han informado que su jefe de mecánicos será el que ahora tiene Bastianini y, posiblemente, herede gran parte de su estructura, pero algo 'aportará' también él. "En principio el 90% del equipo -será nuevo-. Es un cambio que os lo podéis imaginar, Javi Ortiz es el que me siguió a Gresini y lógicamente es uno de los que intentaré llevar con conmigo, al 99% que sí. Y el resto, pues tengo que confiar en el equipo Ducati. Evidentemente, ellos me han dado la oportunidad de poder estar en el equipo fábrica. Han conseguido ser campeones del mundo los dos últimos años consecutivos. Tengo que confiar en ellos y confiar en las personas que creen ellos que me darán el máximo apoyo", añadía el piloto de Cervera.