Si hay que destacar a una marca en el Mundial de MotoGP es sin duda Ducati, que ha conseguido con Pecco Bagnaia los dos últimos cetros mundiales, pero que además este año va encaminado al tercero, de hecho el único que parece capacitado para evitarlo es otro piloto Ducati como Jorge Martín. Mientras el transalpino lleva la montura oficial, el madrileño pilota la misma moto, pero dentro de la estructuras del Pramac, pero a ambos les va a llegar un gallo más al corral ducatista, Fermín Aldeguer, el gran favorito a conseguir el Mundial de Moto2 y que desde 2025 será piloto de la marca italiana durante dos años y con opción a otros dos.
El piloto de Boscoscuro finalizó la pasada campaña a un nivel excelso, ganando las últimas cuatro carreras del curso sin rival y superando incluso a Pedro Acosta, que aunque ya tenía atado el título y estaba pensando más en futuro en la categoría reina, seguía en pista y no podía hacer nada semana tras semana contra el de La Ñora. En la post-temporada a Aldeguer le llovieron las ofertas para subir a MotoGP, ya que tanto Honda para sustituir a Márquez, como el VR46 para sustituir a Marini llamaron a su puerta, pero la alta cláusula de salida que tenía con Boscoscuro le cerraron las puertas, pero una vez finalice el contrato a final de esta campaña, nada va a impedir su salto.
Esta incorporación es la primera de un mercado de fichajes que promete mucho, ya que de los muchos pilotos oficiales, los únicos con contrato para 2025 son Marini en Honda, Bagnaia en Ducati y Binder en KTM, por lo que todo puede pasar. De hecho, el murciano ha fichado por Ducati como marca, pero no está claro cuál será su montura, aunque todos los rumores señalan al Pramac. Jorge Martín ya ha dicho que si sigue en Ducati será en la moto de fábrica y con Bagnaia seguro y Bastianini casi, ese movimiento no parece fácil.
Con su futuro atado para los próximos años, ahora le toca centrarse en su objetivo inmediato, ganar Moto2 y subir como campeón. En la primera carrera en Losail (GP Catar) estuvo muy lejos del nivel que venía mostrando, ya que no pudo pasar de la décimosexta plaza, en una carrera que ganó su compañero de garaje Alonso López, otra de las grandes promesas españolas. Sin embargo, todo se debió a diversos problemas con los neumáticos que seguro que en Portimao no aparecen y vuelve a ser el que era.