Marco Bezzechi fue el año pasado uno de los grandes animadores del Mundial, desde su llegada en 2022 al VR46, después de no terminar de hacerse a Moto2, donde estuvo enfrascado en la lucha por el título en 2021 hasta que las caídas y los fallos lo echaron para atrás, encontró en la categoría reina su lugar, y eso que al principio le costó, pero a mitad de su primera campaña ya se subió al podio, y en la segunda se convirtió en un claro contendiente al título. Incluso se ganó el derecho a sonar para el Ducati Lenovo, pero al final los de Borgo Panigale no movieron nada entre sus principales equipos.
Durante el principio de temporada 2023 recordó a lo que había hecho Bastianini en Gresini, y a bordo de una Ducati del año anterior consiguió hacer frente a Bagnaia y Martín, pero según fueron pasando las carreras se diluyó, por errores, caídas y lesiones. También por el hecho de que sus contendientes llevaban una moto de 2023 que recibía actualizaciones, lo que se acabó notando, pero aún así aguantó para quedar tercero en el Mundial, sin embargo, este 2024 está siendo otra historia, tras un inicio muy triste en Catar, donde no pudo pasar del 11º en la esprint y 14º el domingo, aunque lo mejoró en Portimao, donde pese a repetir puesto el sábado, el domingo finalizó en sexta posición, aunque hay que reconocer que las caídas por delante ayudaron, porque estuvo muy lejos de los de arriba en todo momento.
Pero la explicación la tiene muy clara y es que la GP23 funciona al "revés" que la GP22. "Tienes que frenar muy bien en la recta, pero luego tienes que soltar el freno para que la moto gire", de ahí que cuando mantiene el freno, "la moto gira menos en comparación con el año pasado”. Y eso afecta mucho a su estilo de pilotaje, porque el año pasado fue muy fuerte llevando la moto a la curva "presionando mucho" el freno. "Para mí no es natural entrar y soltar el freno, mi instinto me dice que lo mantenga". Aunque tras la cita lusa parece haber encontrado en parte la solución y poco a poco espera estar arriba. "Al hacer algunos cambios en la moto y tratar de concentrarme mucho en hacer esto mientras pilotaba, al menos logré mejoras", aunque eso tendrá que demostrarlo este fin de semana en Austin, donde el año pasado consiguió dos sextos puestos.
Más le vale hacerse a la montura italiana, porque al contrario de lo que se esperaba, su estructura no ha firmado con Yamaha, que le ofrecía dos motos oficiales y ser su satélite principal -y único-, y seguirá ligada a Ducati. Aunque eso sí, espera conseguir que al menos una de sus motos lleve el mismo material que el equipo oficial y que el Pramac el próximo año, aunque para ello tanto Bezzecchi, como Di Giannantonio deberán mejorar para ganárselo.