El pasado 16 de abril, Alex Rins asumía el mando en Honda, ante la ausencia de Marc Márquez, y lograba la victoria en Austin para la marca del ala dorada. Pocos podían pensar que sería la única que podría celebrar la escudería japonesa y que Márquez ya no estaría con ellos a final de temporada. Pero menos aún podría pensar Alex Rins que ésa sería la única alegría de una temporada que se truncó a principios de junio en Mugello.
El piloto del LCR se fue al suelo durante la Sprint Race y rápidamente se dio cuenta de que algo no estaba bien. Horas más tarde se confirmaba que sufría una fractura de tibia y peroné en la pierna derecha. Y ahí, prácticamente, dijo adiós a la temporada. Regreso en la gira asiática con muchos dolores y tuvo que parar para poder estar a punto en Valencia y despedirse de Honda, ya que en 2024 cambia de escudería japonesa, pues da el salto a la Yamaha oficial en sustitución de Franco Morbidelli y será el nuevo compañero de Fabio Quartararo.
"Recuerdo que estábamos en muy buena forma, me sentía muy bien encima de la moto hasta Italia. No es que la lesión fuera complicada, pero sí muy grave. Así que, a mí personalmente, me llevó mucho tiempo darme cuenta de la gravedad de la lesión. Mi cabeza me daba una fecha para volver, pero cada vez que se acercaba esa fecha, había que posponerla porque la fractura aún no se consolidaba", señala en un acto organizado por Estrella Galicia, donde reconoce que esta lesión le ha ayudado a "mejorar la paciencia", aunque ha reconocido que "fue duro ver las motos desde la televisión".
Durante su periodo de baja anunció cuál sería su nuevo equipo, un fichaje que, como poco, tuvo su historia. “Fue muy curioso dónde firmamos el contrato. Fue en un hospital, en Madrid, justo antes de ser operado. Tanto mi mánager como yo estuvimos en contacto con ellos desde el cierre de Suzuki el año pasado. Pero ellos tenían contrato con sus dos pilotos. Estuvieron en contacto durante toda la temporada pasada y principios de esta, hasta que recibí una oferta. Al final, cuando estás en un equipo satélite y viene una oferta de un equipo oficial, es difícil rechazarla”, admite el piloto catalán, que asegura encontrarse "con buenas sensaciones" y que está "entrenando a tope" para llegar en buenas condiciones a los teste de pretemporada.
Tras esto, se despidió de Honda en el Gran premio de la Comunidad Valenciana y probó su nueva Yamaha dos días después. "Volvimos para la última carrera, que fue en Valencia, y cada vez que me subía a la moto me sentía mejor. Me sentí cómodo, no al cien por cien, pero me he sentido mucho mejor sobre la moto y he podido disfrutar un poco más", asegura Alex Rins, que ya pudo sentir lo que le espera el próximo año en Yamaha. "Todo fue genial, aunque por muy poco tiempo, porque al final fue solo un día, en realidad solo cinco o seis horas de pruebas reales. Al salir de una lesión después de tantos meses de baja, no tenía sentido empezar a probar reglajes. Aprovechamos el día para adaptarme a la moto y adquirir experiencia con una moto totalmente diferente", afirma.
Ahora su objetivo es "llegar a mi forma al cien por cien" para febrero y, en este sentido, es optimista. "Estamos a punto de conseguirlo en el aspecto físico", avisa Rins, que sólo quiere competir y ve "temprano" empezar a hablar de pelear en cabeza por el título mundial. “Si en mi tercer o cuarto año con Suzuki me hicieran esa pregunta, dependiendo de lo preparado que llegase, podría responder con claridad. Esta pregunta me la haces ahora, que cambio de equipo, es una moto nueva, que está mejorando... Es muy difícil responder con claridad“, admite.
Su compañero de box será todo un campeón del mundo de MotoGP como Fabio Quartararo. El francés, tras pelear por el Mundial en 2022 hasta la última carrera, ha visto cómo la Yamaha perdía peso con respecto a las Ducati y se tenía que conformar en 2023 con una posición secundaria. Pese a las dudas expresadas por el piloto galo, Yamaha espera que él y Rins permitan el paso adelante la próxima temporada.
"Fabio es un piloto con mucho talento, es muy rápido y conoce muy bien la moto. Desde que ha subido a MotoGP está con Yamaha, la conoce perfectamente. Creo que podemos ser una pareja muy fuertea a nivel de desarrollar la moto, de aportar tanto su conocimiento como el mío de haber estado en otras marcas, y ver las diferencias”, afirma un Rins que también destaca que él y Fabio tienen "un estilo de pilotaje parecido", aunque insiste en que "lo importante es ir juntos hacia adelante".
Su mirada ya está puesta en esa ilusionante temporada, que empieza en apenas dos meses en Malasia. "Nos subiremos a la moto en febrero en el test de pretemporada en Sepang. Tengo muchas ganas de ver lo que traen y cómo se comporta la moto en la pista. Es una moto completamente diferente y estoy deseando ver las opciones reales que tenemos", concluía.