El año en lo que a moto se refiere no empieza el día 1 de enero, si no que se retrasa hasta el 3, que es cuando da inicio el Rally Dakar, la competición por antonomasia del 'off-road', y que por su dureza, participación, coches e historia, es el raid más importante del mundo. Desde ese día y hasta el 17 de enero, la atención va a estar puesta en Arabia Saudí, el país organizador del evento. Y en él la máxima atracción va a ser el actual campeón y defensor del título, Carlos Sainz, quien a sus 62 años afronta un reto de categoría al estrenar coche, un Ford que sueña con pelear por todo desde su primer año.
El piloto madrileño es una de las mayores leyendas de la historia de la prueba, como atestiguan sus cuatro Touaregs, sin embargo, con el objetivo de sumar el quinto y teniendo en cuenta que Audi, donde llevaba unas temporadas corriendo, salía de la prueba, tenía que apostar por otra marca, y lo ha hecho por Ford. Ganar con un debutante no es fácil, pero el 'Matador' tiene confianza en el proyecto 'yankee' y por eso lo eligió, tal y como ha desvelado durante una entrevista en AS.
Para Sainz quedarse sin equipo en el Dakar no es problema, ya que si descuelga el teléfono cualquier marca va a querer tenerlo, pero a la vez eso le genera la responsabilidad de tener que acertar. Por eso mismo, una vez que se confirmó que Audi era historia, acabó firmando por la marca de Detroit, que llegaba de nuevas a la carrera, pero sin embargo lo hizo porque asegura que tiene un coche para ganar, y si no, no estaría en él. Además, también es muy especial, ya que pilotó para ellos en el Mundial de Rallys, y esto es como cerrar una etapa.
Por otro lado y dejando aparte lo sentimental, Sainz reconoce que el Raptor es un auténtico avión y que tecnológicamente es incluso más avanzando que el Audi que tenía el año pasado y está a la altura de cualquier vehículo que tome la salida. Eso sí, no deja de ser nuevo y pese a que en las pruebas ha funcionado, no está probado en el escenario más importante y eso puede cambiarlo todo. Lo que si parece una obviedad es que la carrera va a ser de eliminación y será crucial aguantar la primera semana, en la que la etapa de 48 horas y la maratón pueden dinamitar la carrera.