La víctima del drama de Red Bull lo confiesa

No están las cosas bien en Red Bull en este comienzo de temporada 2025. Tras ganar cuatro mundiales seguidos es complicado que el hecho de dejar de ser la referencia no afecte a un equipo, pero en el caso de los austriacos se ha notado mucho más. Desde que el año pasado McLaren diera con la tecla y comenzara a ganar carreras y solo Max Verstappen fuera capaz de hacerles frente gracias a su tremendo nivel, las decisiones que se han tomado en Milton Keynes han sido cuando menos cuestionables, tanto con la estructura de la escuadra como con los pilotos e ingenieros.

El coche no ha vuelto a funcionar al mismo nivel que lo hacía y se han tomado medidas drásticas. A final de año fue la de prescindir de 'Checo' Pérez, quien había sido el escudero de Verstappen en sus años gloriosos, para poner a Liam Lawson, pero han tardado poco en arrepentirse. Tan solo dos grandes premios ha tenido el neozelandés y desde Suzuka estará a bordo del monoplaza Yuki Tsunoda. Ahora a Lawson le toca demostrar de lo que es capaz sin presión en el Racing Bull, aunque antes de debutar ha contado su versión de la historia en Suzuka.

Sobre el cambio, Lawson ha confesado que no se esperaba tanta celeridad de Red Bull, pues ni siquiera le han dejado demostrar lo que vale en un lugar cómodo, puesto que en Australia la lluvia marcó todo y en China apenas conocía el circuito. "Yo fui el más sorprendido, ya que es muy pronto en la temporada y esperaba llegar a un circuito en el que ya hubiera corrido, para tener un fin de semana limpio". Aunque reconoce que no le queda otra que asumirlo, pues así es la realidad de la Fórmula 1.

Aprovechar la oportunidad que le queda

Ahora solo le queda dar un paso, corriendo todo lo que pueda en Racing Bulls para aprovechar la última oportunidad que va a tener. Y sabe que al final, mucho de lo que le pase a partir de ahora en el 'gran circo', depende de él y de su talento. "La única forma de controlarlo (mi futuro) es pilotando rápido. Así que, lo que pase en el futuro está más o menos fuera de mi control. Lo que sí puedo controlar es el pilotaje para demostrar y pensar adónde va el futuro... Y sinceramente, en este momento, no le doy mucha importancia".