Las cosas se le complican a Max Verstappen, actual líder del mundial, para mantener su dominio en la Fórmula Uno. Tanto él como Red Bull llevan varias carreras de sufrimiento, en las que ven cómo poco a poco son superados por McLaren, e incluso por Ferrari en algunas ocasiones. Pero el GP de Azerbaiyán les acaba de dar la puntilla definitiva para que salten todas las alarmas en la escudería austriaca. El equipo papaya les ha dado el 'sorpasso' y se coloca como nuevo líder del mundial de constructores.
Pero el piloto neerlandés prefiere echar balones fuera y no asumir la responsabilidad de su discreta actuación en el circuito de Bakú, mientras que su compañero de equipo pudo pelear por la victoria. Aún así, hasta tuvo suerte para mantenerse en la primera plaza de la clasificación, con su reinado cada vez más en peligro y él sin hacer autocrítica.
"Hemos pagado el precio a lo que hicimos ayer" comenzaba a explicar Max, refiriéndose a un cambio que hicieron en el monoplaza para la sesión de clasificación, en la que sólo pudo llegar hasta la sexta posición para la parrilla de salida de la carrera del domingo. "Muchas veces hago un cambio y funciona genial, pero esta vez no. En el simulador pintaban bien los cambios, pero sobre la pista no ha sido así" afirmaba el neerlandés, culpando de su mal ritmo de carrera a su monoplaza y los cambios que decidieron hacer en el equipo.
Bien es cierto que a perro flaco todo son pulgas, y en esta situación se encuentra Red Bull, que ve cómo poco a poco pierden fuerza para conquistar los títulos a final de temporada y debido a esta ansiedad dejan de salirle las cosas. Pero lo peor que les podía ocurrir es una lucha de egos, como le está ocurriendo a Max, que prefiere culpar al equipo y al coche. "Teníamos configuraciones distintas en los coches, los coches eran distintos. Si ves Checo tenía más confianza, estaba más cómodo y ha hecho una gran carrera. Estaba peleando por la victoria en ese grupo" explicaba el tricampeón, afirmando que el monoplaza de su compañero de equipo era mejor y eso le pasó factura a él.
No se ha pronunciado sobre su discreta actuación en Bakú. Arrancaba desde la sexta posición y terminó quinto, debido al accidente entre Carlos Sainz y Checo Pérez, pero perdió una posición con su rival directo en la lucha por el mundial, Lando Norris. El británico salía desde el decimoquinto puesto y arriesgó con neumático duro para plantear una carrera diferente a los de la cabeza. Max le tuvo delante durante muchas vueltas, pero fue incapaz de superar al británico.
Sin embargo, cuando Norris paró, cerca del final de carrera, no tardó mucho en llegar hasta el Red Bull y superarle fácilmente, algo que deja en muy mala situación a Verstappen. Se ha escapado de un resultado peor debido al gran error de Lando en la pole, pero cada vez están mas cerca de alcanzarle en el mundial.