Cada vez quedan menos huecos para 2025 en la parrilla de Fórmula 1. Según la tónica de los últimos años, cada vez van a menos los movimientos en el mercado de fichajes de la Fórmula 1, con los grandes equipos con parejas instaladas y los pequeños equipos dudando de apostar por jóvenes y mirando más por los posibles patrocinadores que puedan aportar pilotos 'cliente'. Pero eso es parte del pasado y de cara a la temporada que viene vamos a ver una de las parrillas más variadas de los últimos tiempos, tanto por nuevos pilotos, como sobre todo por cambios de color de los que ya había.
Todo empezó incluso antes de que la 2024 diera el pistoletazo de salida, cuando Lewis Hamilton y Ferrari anunciaron que estaba hecho su fichaje y que sería la nueva esperanza del Cavallino Rampante. Para empezar esto dejaba claro que Carlos Sainz no era la apuesta ferrarista, y que preferían a Charles Leclerc, independientemente de lo que pasara este campaña que estaba iniciando. De hecho, el madrileño empezó como un tiro, pero se ha ido diluyendo, a la vez que lo hacían sus opciones de tener un asiento top en el futuro. Es el mejor en el grupo de los conductores sin equipo, pero no es una apuesta segura, o así lo piensan.
Lo lógico después de su victoria y los podios de los últimos meses hubiera sido pensar que tenía un hueco con su nombre en Mercedes y que simplemente sería un cambio de cromos, pero no está tan claro. Pese a los halagos repetidos de Toto Wolff, el director del equipo teutón se ha echado atrás en el último momento. El problema tiene nombre y apellidos, y es Kimi Antonelli. El italiano de 17 años es la mayor promesa del 'Gran Circo' desde Verstappen y pertenece a la academia de Mercedes, aunque ahora mismo corre con Prema en la F2. Pero se están planteando seriamente subirlo con los mayores, tanto que pese a que parecía que estaba hecho lo de Sainz, han decidido aguantar y no será hasta otoño cuando elijan al compañero de garaje de George Russell.
Esto no hace más que tirar piedras sobre el tejado del madrileño, que ahora tendrá que esperar o escoger otra de las ofertas. De hecho esperar es lo que más está haciendo, porque dejó pasar el tren de Audi momentáneamente para ver que hacía Red Bull y ahora es Mercedes quien le pide un tiempo, lo que le va a poner en una tesitura muy complicada, pero que al final acabará con él en algún monoplaza y casi seguro de la parte alta.