Flavio Briatore, el hombre que participó de manera decisiva en el éxito de Fernando Alonso en la Fórmula 1, está de vuelta. Fue él quien convenció al asturiano de que Renault era mejor que Ferrari en una época en la que Todt y Schumacher eran los reyes de la categoría.
Sin embargo, el empresario italiano se vio obligado a salir del Gran Circo del motor en 2009 tras publicarse los escándalos del ‘crashgate’ referentes al Gran Premio de Singapur, donde se le acusó de diseñar un plan para provocar un accidente que beneficiara al propio Fernando Alonso.
Pues ahora, después de varios años en la sombra, podría haberse comprometido con la escudería de Alpine, donde están viviendo un auténtico terremoto en el presente campeonato y los dirigentes del equipo están como locos buscando soluciones para poder darle un giro brusco a una situación que lo requiere.
Así y según ha publicado el Corriere della Sera, Flavio Briatore podría ser el hombre seleccionado por el equipo francés. Por el momento, sólo son cantos de sirena, pero cada vez suenan con más fuerza.
Y según Motorsport.com, una fuente de Alpine no lo ha negado: "Como equipo, siempre estamos en contacto con varios expertos del sector en busca de mejorar el rendimiento en general. Tenemos en cuenta todas las aportaciones pertinentes y, cuando procede, pedimos consejo a personas con experiencia y con éxitos anteriores".
Estas declaraciones coinciden con los rumores de que actualmente Briatore estaría ejerciendo de "supervisor especial" o "asesor" para Alpine. Porque, pese a que en su día se le prohibió "asistir o participar de por vida en ninguno de los eventos que organiza la FIA", dicha sentencia fue anulada.
En 2009, la FIA tomó la decisión de sancionar "de por vida" al italiano a causa del famoso crashgate' ocurrido en 2008. En aquella carrera, quedó demostrado que Briatore fue el encargado de ordenar a Nelson Piquet Jr. que estrellase su coche a propósito para que Fernando Alonso pudiese llevarse la victoria.
Sin embargo, dicha sentencia fue anulada por el Tribunal de Gran Instancia de París al considerarla irregular y por entender que en ella tuvo un papel preponderante Max Mosley, un enemigo declarado de Flavio Briatore.
Desde entonces, Flavio ha seguido en contacto con la Fórmula 1 y recientemente se le ha visto en repetidas ocasiones por el paddock, sobre todo, porque ejerce casi como de manager del propio Alonso.