El año en el Mundial de Fórmula 1 empezó de forma inmejorable para Red Bull, con dos dobletes consecutivos y la sensación de que iba a continuar el dominio arrasador que mostraron la pasada campaña, en la que ganaron todas las carreras, salvo la de Singapur, que cayó en manos de Carlos Sainz. En 2024 se las prometían igual de felices o incluso más, pero su dominio en pista vino acompañado de una guerra interna entre Christian Horner y Helmut Marko, causada por las acusaciones al primero de propasarse con una empleada. Esto generó un cisma que llevó a que los Verstappen se alineasen con el expiloto y acusasen públicamente a Horner; esto intensificó los rumores de que Max arrancase la temporada 2025 en otro asiento, principalmente el de Mercedes, donde Toto Wolff no ha escondido nunca su interés por él.
Con este clima de tensión llegó el Gran Premio de Australia, donde desde el viernes se mostraron mucho menos superiores que en Catar y Arabia. De hecho Verstappen estaba arriba, pero al nivel o incluso algo por debajo de los Ferrari, mientras que Pérez estaba por detrás. En la clasificación se mantuvo ese clima, y aunque el neerlandés conquistó la pole, fue principalmente por un error de Carlos Sainz en su vuelta lanzada de la Q3, que le relegó a salir segundo después de dominar todas las sesiones. No obstante, en carrera volvió a ponerse líder en las primeras vueltas y no solo eso, si no que el tricampeón tuvo un problema en los frenos y se vio obligado a abandonar, dejando en bandeja el triunfo al español, mientras que su compañero fue quinto.
Tras ese irregular fin de semana, llegó el pasón de dos semanas antes del Gran Premio de Japón, que empieza el viernes en Suzuka, y para el que ya se ha confirmado que van a llevar un interesante paquete de mejoras. Antes del inicio del Mundial, las informaciones eran que de cara a esta cuarta cita del año, iban a implementar el sistema 'no-pods', es decir, sin pontones, similar al de Mercedes. Pero ahora mismo parece que están contentos con el coche actual y prefieren mejorar en base a él, por lo que van a llevar una serie de modificaciones en el suelo. Esto afectará a la aerodinámica, y desde la fábrica las califican de "mejoras no menores" y en caso de funcionar hará que el coche sea aún más rápido y vuelva a la senda de la victoria en el trazado nipón.