Una carrera más para olvidar y pensar ya en la siguiente parada, Canadá. Ya lo avisó el sábado tras ver cómo queda descalificado en la Q1 y que tendría que salir en la decimosexta plaza. Finalmente, salió el 14º por las penalizaciones que sufrieron ambos Haas. Pero aun así no pudo sumar ningún punto en el Gran Premio de Mónaco, pese a que lo intentó.
Y se llegó a ilusionar tanto que creía que lo había conseguido. El piloto español de Aston Martin pasó gran parte de la carrera haciendo trabajo de equipo para crear un hueco con Lance Stroll. El asturiano entendía que eso era para sumar que Stroll fuera décimo y sumara el punto final y, cuando su compañero pinchó su neumático trasero izquierdo al tocar el muro en la entrada a la Nouvelle Chicane, Alonso creyó que la responsabilidad era suya para llevarse ese punto de la décima plaza.
Se defendió como pudo de Daniel Ricciardo, pero luego se llevó un tremendo fiasco cuando se enteró del resultado final de la carrera: "Me sentí confuso porque cuando abrimos hueco y Lance estaba delante de mí después de las paradas en boxes, me dijeron: 'vale, nos hemos asegurado el 10º puesto'. Hemos estado haciendo todo esto para ese último punto".
Fue entonces cuando Fernando creyó haberlo entendido todo: "Entonces Lance tuvo el pinchazo, yo dije, 'Oh, ahora yo tengo toda la responsabilidad sobre mis hombros con neumáticos muy viejos para llevar ese punto a casa'. Estuve conduciendo durante 50 vueltas pensando que era 10º".
Y tras cruzar la bandera de cuadros llegó su decepción: "Y luego, cuando crucé la meta y me dijeron P11, dije, 'Oh, así que, eh, todo ese estrés para nada'. Pero de todos modos, me mantuvo vivo. No sé por qué ocurrió. Cuando salió la bandera roja, Lance era P10, yo P12. Y luego en un momento dado reinstalaron a Sainz en P3, así que estábamos 12º y 14º, deberíamos estar 13º y 14º, pero Lance estaba delante de Daniel que no sé por qué estaba entre nosotros".
Tras la carrera, el asturiano criticó el uso de la bandera roja porque, según él, impidió una batalla estratégica, al tiempo que realizó un balance muy realista de lo que fue todo el fin de semana: "En nuestro caso ha vuelto a haber muy mala suerte. Creo que no teníamos el ritmo. Ha sido un mal fin de semana, de eso no hay duda. No podemos ocultar nuestro rendimiento, pero tampoco podemos ocultar que hemos tenido muy mala suerte. Salimos con neumático duro para ir muy hasta el final y tener una estrategia alternativa. Hubo una bandera roja, así que tuvimos que montar el medio y dar 78 vueltas con el medio, que era una estrategia kamikaze, pero era la única manera de intentar sumar algunos puntos".
Y fueron tan malas las sensaciones con las que se fue de Mónaco que Fernando Alonso se ha atrevido a alzar la voz para que cambien una de las reglas de la Fórmula 1, la relacionada con la bandera roja: "En Mónaco siempre va a ser difícil disfrutar de un gran espectáculo, pero cuando hay una bandera roja, entonces cambias los neumáticos y vas hasta el final, el único punto de interés en una carrera de Mónaco son las paradas en boxes que tienes que hacer. Si quitas esa emoción de una parada en boxes, entonces se convierte en nada".