Marta Sánchez4 min lecturaEl Gran Premio de Bahréin ha evidenciado aún más la crisis que hay en Red Bull. El equipo austriaco lleva meses atravesando un difícil momento, cuando a mitad de la campaña de 2024 McLaren empezó a coger fuerza y superarles en pista, mientras que ellos se hundían a causa de Checo Pérez, que dejaba solo a Verstappen en la pelea por el Mundial, que acabaron cediendo ante los británicos.
Pero a peor ha ido en este 2025, en el que ya ni el neerlandés puede hacer frente a un rendimiento tan pobre del monoplaza, mientras que han tenido drama con el segundo piloto, bajando a Liam Lawson y apostando por Yuki Tsunoda sólo dos carreras después del estreno del neozelandés. Y aunque el cuatro veces campeón del mundo ha podido conseguir grandes resultados en las primeras citas del calendario, en Shakir ha vivido un absoluto caos.
Verstappen cada vez está menos cómodo en este monoplaza, justo cuando Mercedes y Aston Martin tienen en mente hacerse con sus servicios en los próximos años, y después de la carrera en Bahréin no ha dudado en volver a dejar claro el mal rendimiento del RB25. "Todo lo que podía haber ido mal ha ido mal, así que no he disfrutado mucho. Por supuesto, éramos demasiado lentos para los de arriba y estábamos luchando en la clase media, que no es nuestro nivel" explicó en rueda de prensa.
"No estamos en la lucha por el campeonato, solo estamos intentando solucionar los problemas que tenemos con el coche" concluyó Max, en un fin de semana en la que sólo pudo ser sexto después de un monoplaza sin ritmo y las malas paradas y estrategia de Red Bull, por lo que se han precipitado los rumores de salida.
Las palabras de Max no han gustado nada en el equipo de bebidas energéticas, por lo que Christian Horner, jefe de equipo, no ha dudado en salir a hablar y tranquilizar la situación, contradiciendo las palabras de su piloto estrella. "Fue un mal fin de semana para el equipo. Nada salió bien desde el comienzo de la carrera. No arrancamos limpiamente, las paradas en boxes no funcionaron bien y las temperaturas de los neumáticos se elevaron mucho. Cuando tienes un coche bien equilibrado, todo eso es mucho más fácil de manejar" explicó el austriaco, pero sin hacer sangre.
"Es un campeonato de 24 carreras. Estamos a ocho puntos detrás en el campeonato de pilotos. Sabemos que necesitamos progresar muy rápidamente. Así que hoy era importante sumar la mayor cantidad de puntos posible en un coche difícil. Lo importante es cómo se suman al final del año" concluyó Horner, que no es tan negativo como Verstappen respecto a sus opciones al título.
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