La Fórmula 1 llega este fin de semana a Miami para la disputa del espectacular Gran Premio urbano en la ciudad de Florida alrededor del estadio de los Dolphins, pero con todo lo que ha pasado esta semana en el paddock, es muy probable que se preste más atención a lo que sucede alrededor de la pista que a lo que pase dentro de ella. Para empezar hay que tener en cuenta que Adrian Newey y Red Bull han hecho oficial que separan sus caminos en 2025, pero que deja la división de Fórmula 1 'ipso-facto' para centrarse en el Hypercar. Esto le va a permitir firmar por otro equipo del 'Gran Circo' en cuanto pase ese plazo, lo que abre las especulaciones sobre donde va a acabar.
Por lo pronto se 'sabe' que el genial ingeniero va a tener una reunión con Fred Vasseur, el jefe de equipo de Ferrari, que sueña con juntar a Newey y Hamilton y volver a subir al 'Cavallino Rampante' a lo más alto. Pero este movimiento es una concatenación de lo sucedido estos meses, así que para llegar al centro del asunto debemos irnos a lo que sucede en Red Bull, el verdadero protagonista.
Los rumores de una guerra interna entre Christian Horner y el resto de partes implicadas, encabezadas por Helmut Marko, no dejan de crecer, y ahora el encargado de echar leña al fuego ha sido Ralf Schumacher. El expiloto, ahora analista, no tiene pelos en la lengua, y califica al director de la escudería como un tirano, que se cree que "no necesita" a nadie alrededor para hacer funcionar la maquinaria. Pero él no piensa igual, ya que en su opinión, lo que le viene por delante a los austriacos es poco menos que halagüeño. "Mi opinión es que Red Bull desaparecerá en la mediocridad en un corto espacio de tiempo", y por eso mismo, el futuro de Max Verstappen, no pasa por Milton Keynes. "Dejará el equipo, junto con otros buenos ingenieros que tienen garantizado irse a otra parte con Adrian Newey".
Por esto ve al de Hessalt lejos de donde ha sido tres veces campeón del mundo y va camino de una cuarta si no pasa nada tremendamente raro este 2024. Lo que no desvela es donde cree que puede acabar, aunque si que sabe que ya tiene "otras opciones" y que las está valorado profundamente, de hecho, su mayor duda es el cuándo. "Ya hay conversaciones, por lo que se oye en el paddock, y la pregunta es, ¿será el año que viene o el siguiente?". Esto puede afectar a Carlos Sainz, quien está esperando un lugar en un equipo puntero de cara a 2025 y en caso de que se vaya Max, pocos mejores que el que deja libre en Red Bull.