McLaren tiene una oportunidad única en esta temporada de Fórmula Uno, y la quieren aprovechar cueste lo que cueste. Después de unos años muy duros, en los que no lograban puntos en la mayoría de carreras ni teniendo a Fernando Alonso de piloto, han ido mejorando su rendimiento hasta llegar a dónde están ahora.
La escudería papaya está volviendo poco a poco al lugar que históricamente le pertenece, que es peleando por victorias, y no van a dejar pasar esta ocasión.
Por ello, su principal objetivo es derrotar a Red Bull, que son líderes tanto en el mundial de constructores como en el de pilotos, y buscar un nuevo título tantos años después. Y cada vez están más cerca de conseguirlo. Especialmente después de descubrir una grieta en el garaje del equipo austriaco, que están aprovechando para atacar en un intento de lucha psicológica fuera de los circuitos.
La escudería que preside Christian Horner está atravesando su peor etapa en los últimos años. Después de varias temporadas a un nivel imbatible están viendo como su dominio puede llegar a su fin. Cada fin de semana su coche pierde el ritmo mientras que McLaren comienza a ser una amenaza real. Y aunque todavía sigan líderes de los dos campeonatos, aún quedan muchas carreras para que la situación pueda cambiar.
Especialmente, después de la marcha de Adrian Newey, que seguramente forme parte de Aston Martin en la próxima temporada. McLaren sabe que esta es una baja muy sensible para la escudería austriaca, y la utiliza para meter cizaña contra su rival con el objetivo de desestabilizarles. "Apuesto a que estaría bien tener a Adrian Newey en la mesa de conferencias para ver cómo mejorar el coche" fueron las palabras de Zak Brown, director del equipo británico, aprovechando este punto débil para crear drama y generar malestar en el box rival.
El jefe de equipo de Red Bull no se achanta ante estas declaraciones y participa también en este duelo fuera de la pista. "Creo que habríamos tenido todos estos problemas igualmente porque ya existían, y la intervención de un hombre nunca podría ser tan dramática tan rápidamente" señalaba Horner, quitándole importancia a la salida de una pieza clave del equipo como era el ingeniero británico.
El jefe de equipo mantiene que la marcha de Newey no tiene nada que ver, asegurando que "la situación empezó a complicarse realmente en Miami, y Adrian estuvo conectado hasta el viernes de Miami, así que no hay forma de que se hubiera visto afectado tan rápidamente". Pero es evidente que es una baja muy sensible para el equipo, que cada vez tiene más problemas.