El Gran Premio de Hungría ha dejado una resaca que, a buen seguro, coleará hasta que el semáforo vuelve a ponerse en verde en Spa este próximo domingo. Y quizás, hasta durante el mismo GP de Bélgica.
Y es que fueron muchas las polémicas que se generaron en tierras húngaras y la mayoría entre los componentes de un mismo equipo. Algunos no interpretaron bien las instrucciones de sus dirigentes y otros no quisieron entenderla.
Pero, sin duda alguna, la imagen del circuito la dejaron Lewis Hamilton y Max Verstappen, en un roce que tuvieron en el asfalto que terminó con el neerlandés volando por los aires literalmente y regresando a pista tras una maniobra al alcance de muy pocos.
El piloto neerlandés estuvo muy cabreado con los jefes de Red Bull durante toda la carrera porque no entendía las decisiones que le estaban transmitiendo por radio. Y fruto de ese cabreo tuvo que arriesgar tanto para intentar alcanzar una plaza en el podio que casi acaba estrellándose. "Me habéis dado una estrategia de mierda, ¿vale? Estoy intentando salvar lo que hay", comentó en una de las vueltas.
Y cuando chocó con Hamilton, su ingeniero de pista informó a Verstappen de que el delegado médico le iba a examinar por su incidente con Hamilton, a lo que el líder del Mundial respondió: "Que lo manden a los comisarios, a ver si están bien ellos".
Al bajarse de su monoplaza, en declaraciones a DAZN, se pronunció sobre su incidente: "Hamilton me estranguló a la derecha. Pero hemos acabado quintos por la estrategia que el equipo escogió". Más alto y claro imposible.
Y de igual forma le contestó Hamilton, por su parte, que con su parsimonia característica le mandó un mensaje: "Max es un piloto duro y por lo tanto tiene carreras duras. Creo que ha frenado demasiado y ha cometido un error".
Pese a que Max mantiene su liderato en el mundial con 74 puntos respecto a Norris, en Hungría se le vio desatado, sabedor que que Lando se le está acercando demasiado. Y por eso, cuando ayer todos le criticaron por su comportamiento en la pista, explotó: "Se pueden ir todos a la mierda".
Por último, hizo su análisis de lo sucedido durante las 70 vueltas: "Me he quedado atascado entre varios coches, he perdido tiempo adelantando. Mi ritmo no era suficientemente bueno para plantar cara a los McLaren. Ha sido un día para olvidar".