No tuvieron que deliberar mucho los comisarios de carrera para decidir que ni Carlos Sainz ni Checo Pérez eran culpables del incidente que dejo sin puntuar a ambos en el Gran Premio de Azerbaiyán de Fórmula 1. Ambos pilotos dieron sus explicaciones y éstos consideraron su acción como un incidente de carrera, sin más.
Luego, con un largo comunicado, explicaron cómo había sido el toque después de escucharlos a ambos y de revisar "los datos del sistema de posicionamiento, el video y las cámaras onboard de los coches".
"Sainz pasó a Pérez después de la curva 1 y estaba completamente por delante en el vértice de la curva 2. Tras una salida comprometida de Sainz, Pérez se acercó al interior de Sainz. Sainz dijo que estaba pendiente de Pérez en su interior. Pérez, al estar ligeramente por detrás, estaba en una mejor posición para ver la ubicación relativa de ambos coches. Pero cuando los dos coches se acercaron al muro de la derecha a la salida de la curva 2, estaban separados por aproximadamente un metro.
A partir de este momento y durante todo el incidente, ninguno de los conductores giró de forma errática y, de hecho, ambos mantuvieron el volante muy neutral. Los comisarios comprobaron la línea de carrera de los pilotos en las vueltas anteriores. Sainz estaba en o cerca de su línea de carrera normal, con un ligero ángulo lejos del muro de la derecha. Desde la salida hasta el punto en el que se tocan, se aleja aproximadamente el ancho de un monoplaza respecto al muro. Pérez se alejó aproximadamente medio monoplaza a lo ancho del mismo muro, por lo que quedó más en paralelo al muro de la derecha.
Por lo tanto, era evidente que mientras avanzaban, y teniendo derecho a seguir su trazada, Sainz se acercaba ligeramente hacia un coche del que tenía una visión limitada. Al mismo tiempo, no había nada inusual en la línea de carrera de Pérez, pero podría haber hecho más para evitar al otro coche, ya que él tenía mejor visión. En conclusión, los comisarios consideran que se trata de un incidente de carrera en el que ninguno de los pilotos tiene la culpa predominante y no toman más medidas", señalaron y se lavaron las manos.
Con eso daban por finalizado el incidente. Los pilotos quedaron satisfechos pese a que consideran que el rival tenía la culpa. Una visión que también se trasladó a sus respectivos garajes pues, tanto en Red Bull como en Ferrari, consideran al respectivo rival como el provocador del incidente que perjudicó a ambos.
"He visto la repetición y, si miras el muro, que es la referencia a la derecha, Carlos se mueve hacia Checo, y eso acaba con su carrera. Es muy caro para nosotros por Checo, por los gastos en los daños y por el campeonato de constructores", señalaba en DAZN un Christian Horner molesto, que ya sabía que había perdido el liderato del Mundial.
El jefe de Ferrari, Fred Vasseur, tenía claro que la culpa de Pérez. "Estaban lado a lado y ambos querían mantener el rebufo de Charles delante de ellos. Y, probablemente, se puede decir que Checo sí tenía espacio a la izquierda y Carlos no lo tenía a la derecha con el muro", señalaba ante las cámaras el francés. No hubo acuerdo, pero sí dos perdedores.