No estamos viviendo un inicio de temporada tranquilo en la Fórmula 1. Salvo la superioridad de Max Verstappen, que eso no parece cambiar, todo lo demás son vaivenes. Empezando por el rendimiento de los equipos, que han deparado dos carreras muy interesantes en los primeros puestos; siguiendo por el mercado, que se ha acelerado con el pase en 2025 de Hamilton a Ferrari; y terminando por todo el lío que se vive en Red Bull en el ya conocido como 'Caso Christian Horner'.
El que fuera el caso más controvertido del periodo de pretemporada ha dado paso a un problema interno de Red Bull, en el que las dos partes enfrentadas amenazan con romper la escudería reinante de los últimos años. La absolución de Horner, después de que un abogado ajeno al equipo dictaminara que la acusación que había sobre el jefe de Red Bull por un supuesto caso de conducta indebida con una empleada no estaba justificada, daba por cerrada esa parte. Horner había contraatacado y ahora el que estaba contra las cuerdas es Helmut Marko; y, con él, Max Verstappen, que podría salir.
Todo era interno, aunque seguía generando mucho ruido. Hasta ahora. La trabajadora ha recurrido la decisión de la empresa, que la suspendió tras cerrar el caso. Y la FIA ha sugerido que podría entrar en el asunto e implicarse más.
La FIA cuenta con una Política contra el Acoso y la Discriminación, que tiene como objetivo que "todas las personas sean tratadas igualdad, respeto y dignidad". "La FIA tiene como política garantizar la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral, sin discriminación ni acoso por razón de raza, color de piel, religión, sexo, orientación sexual, identidad o expresión de género, edad, discapacidad, estado civil, nacionalidad, origen social o cualquier otra condición o característica protegida", indica el escrito donde señalan su política en este aspecto.
Allí indican que estarán muy atentos a "la seguridad" de su "entorno de trabajo, a la integridad de la familia FIA y a la reputación" de la organización. De ahí que puedan entrar en la apelación de la mujer suspendida.
Según publica Daily Mail, ésta está "muy decepcionada por cómo ha ido todo, especialmente porque hizo todo según marcan las reglas". "La suspendieron cuando siguió el caso de forma correcta y a pesar de todo eso, fue suspendida de su trabajo que ama y de un deporte en el que es muy apreciada", señala una persona cercana a la mujer.
De momento, la FIA se ha curado en salud con un breve comunicado que se emitió el sábado y aclaró que, por ahora, no iba a hablar nada del asunto, pero que estaba en proceso de estudio. "En la FIA, las consultas y quejas son recibidas y gestionadas por el Oficial de Cumplimiento y, en su caso, por el Comité de Ética", advierte.
La federación internacional no confirmó oficialmente ninguna de las denuncias presentadas, pero en un breve comunicado que se emitió el sábado, dejó claro que su política era no hacer declaraciones sobre asuntos mientras se estaban estudiando: "En la FIA, las consultas y quejas son recibidas y gestionadas por el Oficial de Cumplimiento y, en su caso, por el Comité de Ética. Ambos órganos funcionan de forma autónoma, garantizando una estricta confidencialidad durante todo el proceso. En consecuencia y, en general, no podemos confirmar la recepción de ninguna queja específica y es poco probable que podamos proporcionar más comentarios sobre quejas que podamos recibir de cualquier parte", avisa.
No sabemos cómo acabará el asunto, pero ni mucho menos ha acabado. Y mientras más se hable de él, más crece la presión en torno a Red Bull.