Marta Sánchez3 min lecturaLa pasada temporada estuvo cargada de polémica por un duelo entre la FIA y los pilotos, que obligó a los protagonistas de la parrilla a crear un sindicato para actuar ante las medidas de la máxima organización del automovilismo. Todo empezó con la advertencia de la FIA para que los pilotos cuidaran su lenguaje, un 'recorte' de libertad que los miembros del Gran Circo no tardaron en denunciar, siendo Max Verstappen el más combativo.
Unos reproches que se saldaron con una multa económica y la obligación de hacer servicios comunitarios para el neerlandés. Unas sanciones que ahora van a empeorar, ya que la FIA ha anunciado una nueva ley para poder castigar el comportamiento inapropiado de los pilotos y ha impuesto su particular "ley del miedo" para que los pilotos no puedan denunciar aquellas medidas de la FIA con las que no estén de acuerdo.
Ante la creación del sindicato de pilotos la FIA no ha dudado en reaccionar de manera absoluta, anunciando sanciones por mal comportamiento, que incluye el lenguaje inapropiado que ya ha dado tanto de que hablar y diferentes gestos o actos que no constituyan un modelo a seguir. Además ponen fin a cualquier tipo de protesta ante sus decisiones, ya que si lo hacen los pilotos se enfrentan a grandes multas económicas y hasta deportivas.
Para ser aún una organización más autoritaria, aplicaran una sanción por "causar daño moral o perjuicio a la FIA", especificada para cualquier protesta contra alguna decisión de los comisarios. Un castigo que se percibe como un intento de control para que no denuncien los atropellos y que supone un gran perjuicio para los miembros de la parrilla, que pueden ver hasta el campeonato comprometido.
Una primera infracción contra la FIA supondrá una multa de 40.000 euros, la segunda ascenderá a 80.000 euros y la tercera infracción les puede costar 120.000 euros, una suspensión real de un mes y una deducción de diferentes puntos del Mundial en función de la gravedad.
Este anuncio además de enfadar a los pilotos, ya que son ellos y su actuación en los circuitos los protagonistas y no estas polémicas lejos del deporte, les genera aún más dudas, ya que hace meses denunciaron una falta de transparencia respecto al uso de este dinero que recaudan con las sanciones. Especialmente tras conocer que la FIA ha recaudado 332.900 euros entre todas las multas impuestas a los pilotos y a los equipos la pasada temporada. Una cifra tres veces mayor que en 2023 y que cada vez preocupa más en el Gran Circo.