Las sensaciones de Ferrari en Mónaco fueron muy positivas. Charles Leclerc se hizo con la victoria en casa, mientras que Carlos Sainz se quedó en tercera posición. Una gesta increíble para la escudería italiana. Sin embargo, tras los resultados en Canadá toca reflexionar bastante. ¿Cómo es posible que hace un doble podio en la anterior carrera acaben abandonando tus dos monoplazas en la siguiente? Todavía desde Ferrari se lo preguntan.
Todo salió mal. Las condiciones tampoco fueron las mejores, ya que el GP de Canadá estuvo coqueteando con la lluvia durante todo el fin de semana. En la carrera todos iban a apostar por neumáticos intermedios, que tras pasar varias vueltas iban a cambiar ante la mejora del tiempo en Montreal. Sin embargo, quien realizó un ‘all-in’ en toda regla fue Ferrari con Charles Leclerc, montándole unos neumáticos duros.
Para colmo, este iba a ser un problema menor. El Ferrari de Leclerc estaba sufriendo bastante, sobre todo en la unidad de potencia. Tuvo que acudir a boxes para comprobarlo y realizó una parada que le iba a complicar más aún la carrera con una duración de más de 30 segundos. El monegasco apagó y encendió su coche para tratar de arrancar esa unidad de potencia. Leclerc pudo seguir, pero ya había perdido una vuelta y se encontraba muy abajo en la clasificación. Incluso iba a llegar a ser doblado.
"Esperábamos una bandera roja para poder reiniciar la carrera. No hubo bandera roja, así que tuvimos que entrar en boxes, lo que nos costó una vuelta y, de hecho, fue el final de la carrera de Charles, que estaba doblado", decía Frédéric Vasseur tras la carrera a Race Fans.
"La conclusión de hoy es que el problema del motor es lo que comprometió nuestra carrera", decía Charles Leclerc tras la carrera, quitándole algo de hierro al asunto sobre la estrategia de Ferrari al elegir neumáticos duros. "Estábamos perdiendo mucho tiempo por vuelta en comparación con los demás coches, así que intentamos montar neumáticos lisos, sabiendo que era nuestra única oportunidad de acabar en los puntos. No había nada que perder y no me arrepiento de ello", explicaba el monegasco.
Y para colmo, la decepción total llegó con el accidente de Carlos Sainz. El piloto madrileño luchaba por tratar de alcanzar los puntos, aunque sabía que lo iba a tener bastante complicado debido a las condiciones de la pista. Tras una salida presentó un toque incluso con Albon después de haber trompeado. Viendo lo ocurrido, Ferrari también decidió acabar con la carrera del piloto madrileño ante las escasas posibilidades de poder hacer algo en Montreal. Sin duda un día para olvidar.