El panorama está revuelto por Ferrari. Los italianos, en plena lucha por el Mundial de Constructores, no paran de ver 'cositas' de las que desestabilizan y meten cierto nerviosismo en el cuerpo. Si en el Gran Premio de Las Vegas tuvieron que mediar con sus dos pilotos oficiales para que la cosa no fuese a más, ahora ya se temen lo peor con su nuevo fichaje.
Solventado ya el conflicto entre Charles Leclerc y Carlos Sainz por arrebatarle el madrileño la tercera plaza en tierras norteamericanas, en la jornada del sábado los jefes de Ferrari se fueron a la cama pensando en la nueva guerra que pueden tener el año que viene.
Y es que está más que demostrado que en la pista de Fórmula 1 no hay compañeros y si los hay es por orden de los de arriba. Todos los pilotos compiten contra otros equipos y contra los propios para demostrar que todo no lo hace el monoplaza. Y es por eso que en Maranello no gustó nada ver una imagen que se produjo en la disputa de la carrera sprint del GP de Qatar.
Lewis Hamilton y Charles Leclerc protagonizaron un bonito duelo en paralelo peleando por la cuarta posición final y hubo un toque entre ellos. El de Mercedes había superado en la salida a Leclerc aprovechando que el monegasco había tenido que frenar en la curva 1 para no tocar a Sainz, que derrapó en ese instante. Y en la vuelta 13 se pegó al alerón trasero de Hamilton en recta para aprovechar el rebufo y atacó a Lewis por el interior con una frenada agresiva. El británico mantuvo el exterior en la primera curva para hacerse con el interior de la curva 2 y Leclerc, que entró con todo, se abrió un poco y se tocó con él.
Posteriormente, fue Hamilton a devolvérsela en la curva 4, pero no pudo lograr el adelantamiento y, finalmente, el monegasco salió victorioso, pero acabó quinto y el británico sexto.
De esta manera, no han empezado a compartir 'vestuario' y ya tienen el primer pique servido para 2025. Y lo que es peor, Mercedes no se juega ya nada en este Mundial y Hamilton podría, fruto de ese roce, entorpecer la lucha por el título de Constructores en la carrera del domingo.
La negativa de Mercedes a que Hamilton comience su trabajo antes de tiempo con Ferrari se ha encontrado, inesperadamente, el apoyo del propio piloto británico, quien ha reconocido públicamente que tampoco le apasiona hacerlo antes de 2025: "Sabía que Fred (Vasseur, jefe de Ferrari) quería que ocurriera. Por mi parte, tenía dos pensamientos. Pilotar el coche rojo por primera vez en Abu Dabi no me emociona. Cuando lo consideré, obviamente con Toto, tenían todos estos planes conmigo con los patrocinadores y para despedirme de ellos. Así que no creo que me lo hubiesen permitido, incluso en caso de haberlo preguntado, porque mi contrato es hasta el 31 de diciembre y está bien. No me importa, porque no iba a hacer el test, no es lo que quería y así se lo dije a Fred".